El hijo de Mount Nelson fue figura en una tarde que dejó muchos motivos para sonreir en San Isidro

Con el corazón, y con un Francisco Leandro en su máximo esplendor, Pure Nelson llegó a una victoria consagratoria en el tradicional Gran Premio 25 de Mayo (G1-2400 m, césped), la carrera que marcó la agenda al cabo de la estupenda jornada que se vivió el sábado último en el Hipódromo de San Isidro, donde la pasión por la hípica hizo posible una fiesta tan brillante como se esperaba, con muchísimo público en las tribunas y una recaudación que rondó los 28,5 millones de pesos, la más alta en lo que va de la temporada en el circo del Jockey Club.

Otra vez, como había ocurrido el 1 de mayo último en Palermo, la gente respondió ante una propuesta que tuvo calidad en la pista y atractivos fuera de ella, con las familias como protagonistas y ese sabor lindo que siempre queda ante esas fotos populosas, que hacen saber a todos que la hípica está lejos de morir, que los “burreros” y los no tanto responden cuando del otro lado se les ofrece un plan de primer nivel.

Pure Nelson, el mismo que de potrillo estuvo entre los mejores en el proceso selectivo platense, el que en 2018 se consagró como uno de los milleros más destacados del medio, ahora se graduó de fondista, dándole continuidad a ese proceso ascendente que marca la etapa más cercana de su campaña.

El mejor caballo extranjero clasificado en el Longines Gran Premio Latinoamericano (G1) de marzo último en el Club Hípico de Santiago de Chile, en Chile, el hijo de Mount Nelson no podia haber tenido una mejor reprise en el ámbito local, mandando durante cada metro de la contienda, apoyado en la mano maestra de “Leandrinho”, que durmió los parciales lo más que pudo ante la ausencia de algún otro de los participantes que se animara a hacerle frente desde la delantera a una pista bastante más que húmeda, complicada, de esas que pasan factura.

El ahorro de energía, sumado a su propia capacidad para la lucha, le permitieron contener en el final la rápida atropellada de Glorious Moment (Treasure Beach), finalmente segundo a tan sólo la cabeza cuando por un momento dio la sensación de que iba a pasar de largo. A 1 1/2 cuerpo, Seulement Catcher (Catcher In the Rye) completó la trifecta convirtiéndose en la revelación del 25 de Mayo, con idéntico margen de ventaja sobre Preciado Icon (Sixties Icon). Simbora (Cityscape), el favorito, quedó sólo quinto, sin encontrar nunca claridad para descontar en el derecho. 

Defensor del Stud Parque Patricios y criado por el Haras Rodeo Chico, Pure Nelson devolvió a los primeros planos en los maximos al veterano preparador platense Isidoro San Millán -representado en este caso por Hugo Azcurra-, hombre con décadas sobre el lomo en eso de entrenar caballos de carrera y que no hacía mucho, en 2015, se había quedado con el Gran Premio República Argentina (G1) de Palermo, gracias a Río Vettel (True Cause).

Pure Nelson fue héroe máximo y merecido de una carrera con historia. Las tribunas llenas disfrutaron de un final infartante y de una fiesta turfística como para enorgullecerse. No es poco en tiempos de sonrisas escasas para una actividad querible, pero golpeada.