Triple ganadora de G3, y fresca segunda en uno más, la hija de Violence ganó al galope y sin pegar sobre la recta porteña

Una distribución de kilos injusta, y sobre la que se hizo mención en la previa, le facilitó mucho las cosas a Che Maga para reencontrarse con el triunfo en el Handicap Hyperion (1000 m, arena), la primera de las dos carreras por encima del nivel común que incluyó la jornada de lunes en el Hipódromo Argentino de Palermo.

Hay un temita que en nuestro país los handicappers (hablamos de San Isidro y Palermo, porque en La Plata es una categoría virtual e inexplicablemente inexistente) no terminan de entender: los caballos clásicos, más aún los de grupo, pertenecen a una clase superior, al menos los que están en un buen momento. Y cuando sus allegados deciden bajar de nivel no pueden ser “perdonados” en desmedro de los verdaderos ejemlares de handicaps, esos a los que la categoría superior les queda grande, sino pasa lo que pasó.

Ganadora de 3 G3 y fresca segunda en uno más, la excelente hija de Violence recibió 61 kilos, sólo 3 más con respecto a Cada Cual A Losuyo (Compasivo Cat), con sus 6 años, apenas ganadora de 4 condicionales. La moraleja en ese “apareo” fue que la enorme favorita (pagó $ 1,60…) se hizo un picnic con esa rival y con el resto, imponiéndose de galope, por 4 cuerpos y en buenos 55s10/100.

No tuvo siquiera que pegar William Pereyra para que la defensora del stud riocuartense Chemeco llegara a su séptimo festejo, el cuarto por encima del nivel común, tras alzarse con los clásicos República de Panamá (G3), Ocurrencia (G3) y Lotería de la Ciudad de Buenos Aires (G3), sin contar varios arrimes, incluído un cuarto en el Gran Premio Félix de Alzaga Unzué (G1).

Con los kilos de su lado, se hizo la fija de Che Maga en Palermo, que ahora seguramente regresará al ámbito de lo gradual, donde claramente pertenece, para seguir dando pelea como hasta ahora. La moraleja que debe quedar para aquellos encargados de asignar los kilos es que los handicaps son para caballos de handicap y que si algún ganador clásico en buen momento se arriesga a bajar de nivel, no debe haber miedo en aplicar los kilos que merecen. Así todo será más justo.