La yegua se impuso este domingo en el Sankei Sho Centaur Stakes de Chukyo y ahora será de la partida en el Sprinters Stakes (G1), ante los mejores velocistas del momento en Japón

Inmejorable reprise la que cumplió este domingo en Chukyo, Japón, Resistencia (Heart’s Cry), la campeona hija de la yegua argentina Malacostumbrada (Lizard Island). Inactiva desde que a mediados de mayo terminó sexta en el Victoria Mile (G1), la zaina volvió a la velocidad plena y tuvo una gestión impactante para quedarse con el Sankei Sho Centaur Stakes (G2-1200 m, césped firme).

Favorita, y con Christophe Lemaire en sus riendas, fue guapeza pura para doblegar por el pescuezo al 3 años Pixie Knight (Maurice), que era el enemigo de la mayoría. La pupila de Takeshi Matsushita dejó que Meisho Titan (Lord Kanaloa) marcara el camino vigilándolo desde un par de cuerpos, lo alcanzó al pisar la recta y arriba controló con lo justo la carga de su escolta, empleando un tiempazo de 1m7s2/5 sobre césped normal.

Campeón 2 Años Hembra de su generación, fue el quinto impacto en la campaña de Resistencia, que supo vencer en el Hanshin Juvenile Fillies (G1), el KBS Kyoto Sho Fantasy Stakes (G3) y el Hankyu Hai (G3), este último en marca récord de 1m19s2/5 para los 1400 metros en Hanshin.

Para la velocista ahora el próximo objetivo es el Sprinters Stakes (G1), en octubre próximo, cuando deberá medirse con los mejores de la división.

Malacostumbrada, ganadora en Palermo del Gran Premio Gilberto Lerena (G1) y criada por el Haras La Pasión, tiene 4 crías en edad de correr en Japón, y también produjo a Gratias (Heart’s Cry), titular del Keisei Hai (G3) y Mikki Black (Black Tide), que se impuso en el Fuyo Stakes. Spider Barows (Heart’s Cry), de 2 años, debutó el 15 de agosto último en Kokura con un promisorio tercer lugar, por lo que puede esperarse un pronto triunfo de su parte.

En un fin de semana con triunfos resonantes para el turf argentino en Estados Unidos, Perú y Brasil, desde Japón también llegaron grandes noticias gracias a la notable Malacostumbrada, que ya dio muchas alegrías, pero quiere seguir aportando más.