La hija de Greenspring, que nunca había corrido más allá de los 1600 metros, se impuso de punta  a punta

El camino ascendente de Doña Green encontró un primer disco fuerte este domingo en el Hipódromo Argentino de Palermo. Ante rivales de poco cartel para la categoría, se agrandó de lo lindo en la punta y terminó quedándose valientemente con el Clásico Carlos Tomkinson (G2), corrido sobre una milla y sobre pista mojada, aunque sin llegar a ponerse pesada.

Procedente de 3 triunfos en 4 actuaciones dentro del plano condicional, y saltando desde los 1200 metros, la hija del generosísimo Greenspring mostró mucha clase para sobreponerse a semejante ventaja, marcando el paso con cautela y haciéndose infranqueable en el derecho cuando llegó el momento de las atropelladas, apoyándose en un Wilson Moreyra que volvió a rayar a gran altura.

Adelante con parciales de 22s88/100, 46s48/100 y 1m10s32/100, la alazana preparada por Jorge Mayansky Neer para el Junot Stud fue presionada desde temprano por Sol y Boss, adversaria a la que hizo rebotar en los primeros tramos del derecho.

Luego llegó el momento de Mistura (Grand Reward), que descontó paulatinamente hasta terminar a sólo la cabeza, arrimándose bastante de los 50 metros al disco ante el lógico cansancio de la ganadora. A 4 cuerpos, Sol y Boss fue tercera, con Eraria (Il Campione) completando la cuatrifecta, todo tras 1m35s clavados.

Criada por el Haras Estirpe de Criadores, Doña Green tiene por madre a Donna Dina, una Orpen que en el campo de la familia Zubeldia ya había producido antes a Dargreen, también con Greenspring, ganador de 5 carreras en Palermo y La Plata, incluso del Clásico Luis María Doyhenard (G3) platense y un par de handicaps, además de lograr múltiples arrimes graduales de la milla para arriba, en una familia importada por el Haras Carampangue.

Doña Green encontró la carrera justa para dar el paso a los clásicos y probarse en la media distancia, y sin dudas su futuro será venturoso. Ahora deberá medirse con las referentes de una división un tanto deslucida, pero con los datos a su favor de una campaña joven y un poderío que lejos está de conocer su techo.