Conducido por el jockey venezolano Sonny León, atropelló por dentro en la recta para vencer al favorito Epicenter y sorprender a todo el mundo

Por Diego H. Mitagstein

La historia de Rich Strike tranquilamente podría servir para una película de Hollywood. Fue último en su debut, lo reclamaron en 30.000 dólares en su segunda actuación cuando ganó por más de 17 cuerpos un maiden claiming, entró como suplente de último minuto y terminó dando la segunda mayor sorpresa en la historia del Kentucky Derby (G1-2000 m, arena, US$ 3.000.000 de bolsa) con una victoria que enmudeció Churchill Downs.

En sus riendas estuvo un prácticamente desconocido Sonny León, venezolano de nacimiento y que no sólo jamás había estado en las gateras de la carrera por las rosas, sino que jamás había ganado una prueba de grupo. Eric Reed, su entrenador, tampoco es un nombre conocido, e incluso vivió la tragedia de perder 23 caballos durante un incendio que se produjo en el Mercury Training Center, allá por 2016, y que obligó a reconstruirlo todo. Este sábado los dos tocaron el cielo con las manos.

Todos esos datos transforman a Rich Strike en un caballo de leyenda, de esos nombres difíciles de olvidar, como el de Mine That Bird (Birdstone), el del 50-1, o el de Donerail (McGee, que en 1913 aportó el dividendo más caro en toda la historia de la prueba que marca el comienzo de la Triple Corona en los Estados Unidos: 91-1. Casi como si se tratara de un crack.

El Derby 2022 era una carrera abierta, con 10 ó 12 potrillos bien capaces de quedarse con la victoria, claro que era virtualmente imposible pensar que Rich Strike sería el que lo conseguiría. No había datos alentadores en su campaña, con varios intentos clásicos sin ser protagonista y en carreras de segundo o tercer nivel. 

Sin embargo, en el día D, el alazán corrió lo que nunca, logró una interesante posición interna antes del primer codo tras largar del 20, tuvo bastante suerte en el desarrollo y esa atropellada impresionante que desató de los 200 metros al disco tras venir lejos en el comienzo y gambeteando rivales le permitió alcanzar a un Epicenter (Not This Time) que había hecho todo por terminar primero, pero que se quedó con las manos vacías cuando parecía que le daba a Steven Asmussen, su entrenador, el primer éxito en la carrera tras 24 intentos.

Ocurre que Epicenter había dominado al pisar la recta después de vigilar el ritmo vertiginoso que impusieron Summer Is Tomorrow (Summer Front) y el japonés Crown Pride (Reach the Crown), con el reloj moviéndose en 21s78/100 y 45s36/100. Una vez al frente, el nieto de Candy Ride guapeó a lo grande para detener a un Zandon (Upstart) que fue en su búsqueda con “siniestras intenciones”, pero, cuando logró resolver ese problemita, se encontró con Rich Strike volando por la parte interna y superándolo por 3/4 de cuerpo en 2m2s61/100; a idéntico margen, Zandon era tercero y a otros 2 largos Simplification (Not This Time), otro nieto de Candy Ride, quedó cuarto.

El padre de Rich Strike es Keen Ice, el Curlin que en 2105 sorprendió en Saratoga ganándole al mismísimo American Pharoah (Pioneerof the Nile) en el Travers Stakes, y la madre del único aspirante a la Triple Corona es la campeona canadiense Gold Strike. Criado por Calumet Farm, colores que defendió en el inicio de su campaña, exhibe un fuerte inbreeding en Smart Strike (Mr. Prospector), que es abuelo paterno de Keen Ice y también su abuelo materno, con un Factor Rasmussen bien interesante en la fantástica Gold Digger (Nashua), ni más ni menos que la madre de Mr. Prospector.

Rich Strike hizo historia en bajo las torres gemelas de Louisville. Ganó el Kentucky Derby cuando casi nadie lo esperaba, en la muestra más contundente de que en la hípica, siempre todo puede pasar…