Dueño de una gran campaña, tiene por madre a la G1 Appealing Zophie y es hermano del Belmont Stakes Winner Tapwrit

Por Diego H. Mitagstein

La ilusión de Ariel Lusardi se mezcla con emoción. En sus palabras se siente ese mix increíble que sólo situaciones propias del mundo de los caballos de carrera pueden generar. Todo está listo en su Haras Los Notables para recibir a su primera apuesta en el mundo de los padrillos, y la chapa de bronce en la puerta del box que se le tiene reservado anticipa todo.

En unos pocos días llegará a la cabaña Ride a Comet, un talentoso hijo del crack nuestro Candy Ride que tiene pedigree, físico y campaña, las tres patas que siempre se buscan en un reproductor. Sincero, cuenta el criador: “La verdad que no puedo creer que ya esté haciendo la cuarentena en los Estados Unidos para venir a casa. Nos cruzamos con el en el momento preciso y no dudamos en comprarlo, porque ya lo habíamos intentado y estaba muy lejos de nuestras posibilidades”.

Ride a Comet fue, para muchos, un caballo diferente, que, antes y después de una lesión que lo tuvo fuera de las pistas por casi 2 años, no hizo más que demostrar su enorme talento. Con la reconocida chaquetilla amarilla y gris de John C. Oxley, en sociedad con el My Meadowvire Farm LLC -su criador-, el zaino ganó en 8 de sus 18 actuaciones, sumando en premios 593.743 dólares.

Bajo la preparación de Mark Casse, Ride a Comet ganó al final de sus 2 años en Fair Grounds, repitiendo en esa pista en su debut a los 3 y empezando a mejorar con la madurez. Sumó un allowance en Woodbine, Canadá, para alcanzar su primer festejo importante en el Charlie Barley Stakes (L), en esa misma cancha.

Viajó a Saratoga para ser tercero en el National Museum of Racing Hall of Fame Stakes (G2), dando el salto al quedarse en Del Mar con el Del Mar Derby (G2), que sería su última muestra en mucho tiempo por un serio problema físico.

A su regreso la calidad no se fue, pues sus 3 primeras muestras terminaron en festejo. Se llevó una condicional reprisando para luego quedarse con el Kennedy Road Stakes (G2) de Woodbine y con el Tropical Turf Stakes (G3) de Gulfstream Park.

Su campaña sumaría un seguno a 2 cuerpos del francés Raging Bull (Dark Angel) en el Maker’s Mark Mile Stakes (G1) de Keeneland, y un tercero Wise Dan Stakes (G2) de Churchill Downs, antes de su retiro.

En cuestiones genéticas, poco es lo que se puede agregar sobre el aporte del fenomenal Candy Ride, mientras que Appealing Zophie (Successful Appeal), la madre de Ride a Comet, ganó el Spinaway Stakes (G1) de Saratoga a los 2 años antes de producir a Tapwrit (Tapit), héroe en el Belmont Stakes (G1) en 2017 y que ya sobresale con sus primeras crías en las pistas esta temporada.

“Ya tenemos unas 90 yeguas confirmadas para presentarle a Ride a Comet y esperamos tener un libro de 120 aproximadamente. De nuestra parte le daremos todo el apoyo que podamos, y algunas de las reproductoras que le acercaremos son La Javiera (Ghostzapper), California Girl (Grand Reward), Azzarella (Hurricane Cat) y Joy Helada (Fortify), a la que acabamos de retirar. Hicimos un esfuerzo económico muy grande para traer a Ride a Comet por el momento económico que estamos pasando a nivel país, pero queríamos un caballo de ese nivel para nuestras yeguas. Creo que aporta mucho a nuestro turf”, suma Lusardi, ampliando en detalles.

Ride a Comet es una nueva ilusión entre los padrillos que sirven en la Argentina, en una temporada que, pese a la eterna crisis financiera, ya sumó varias figuras de enorme nivel.