El propietario disfrutó con Nueva Fragancia en el Juvenile Fillies de las Estrellas un nuevo triunfo de G1

Rodolfo Pedro Bor se está acostumbrando a las victorias de G1. Primero fue con Mumy Beach (Equal Stripes) en el Gran Premio Selección (G1) de 2020, luego el 1 de mayo último con Nievre (Catcher In the Rye) llevándose el Gran Premio República Argentina (G1), y ahora, el sábado último, se dio otro gran gusto de la mano de su potranca Nueva Fragancia, la brillante heroína que tuvo el Gran Premio Estrellas Juvenile Fillies (G1), una de las carreras insignia dentro de la serie auspiciada por la Fundación Equina Argentina y que vivió su 32da. edición, otra vez, sobre la pista de arena del Hipódromo Argentino de Palermo.

“Tengo una inmensa alegría por el triunfo de nuestra Nueva Fragancia, porque si bien le teníamos mucha fe, había corrido una sola vez y sobre 1200 metros, y ahora pasaba a la milla. Gardy -Edgardo Martucci, su entrenador- tuvo 50 días para prepararla y si bien encontramos algún contratiempo en el camino, porque hubo que pararla una semanita, en la pasada nos confirmó que llegaba bien a la distancia y eso nos dio tranquilidad. Siempre la creímos capaz así que llegamos a la carrera con muchas expectativas”, cuenta el feliz propietario, que volvió a disfrutar de un disco soñado con su familia.

Se entusiasma Rodolfo Pedro (como se llama su caballeriza), y continúa ofreciendo su punto de vista sobre la hija de Hurricane Cat: “La potranca tiene mucha calidad, es muy mansa y, a pesar de que el desarrollo fue algo complicado, ya que no tuvo paso en un momentos importantes, no se achicó nunca y sacó pecho porque es buena de verdad. Ganó ganó con solvencia. Estamos convencidos de que el aumento en las distancias no va a ser un obstáculo, y ojalá nos siga dando alegrías, si son como la de las Estrellas, mejor”, lanza entre sonrisas ante el cronista.

Bor armó una caballeriza grande en poco tiempo, con el respaldo de Martucci, su amigo de muchos años, con inversión en productos de primer nivel y viene viendo los resultados, ahora, con mucha mayor asiduidad: “Desde que comencé, no hace mucho tiempo, ya son tres los G1 que sumamos de la mano de Edgardo y no es sólo por tener suerte, la acompañamos trabajando para que las cosas se den de buena manera. A veces, no te acompaña la buena fortuna, pero estamos en todos los detalles. Se les dedica mucho tiempo a los caballos entre Gardy y lo que me toca para que puedan suceder estas cosas que se vienen dando. Nosotros hacemos todo en equipo: el entrenador elige los caballos por su físico y después me dedico a ver los pedigrees, algo que me apasiona; analizarlos lo más posible. En base a eso hacemos una charla previa y elegimos con cuales vamos a encarar la compra; hasta ahora el resultado es muy bueno, así que espero mantener esta buena senda”, se despide con ilusión.

El hombre todavía tenía una bala más en la gran jornada de las Estrellas con Nievre en el siempre preciado Classic, pero el zaino alcanzó “sólo” el cuarto puesto, pero  siendo protagonista de la carrera. En el balance general, Rodolfo Pedro Bor y su gente habrán vuelto a casa felices y, por sobre todas las cosas, soñando con seguir recibiendo copas con sus caballos en lo que resta de la temporada. Como para no perder tan linda “costumbre”.