El crack sudamericano correrá este sábado en Santa Anita Park el San Marcos Stakes (G2)

No viene siendo para nada fácil la vida competitiva en los Estados Unidos para Roman Rosso, el campeón argentino cuya calidad alcanzó status internacional luego de ganar el Longines Gran Premio Latinoamericano (G1) del año último en Maroñas.

En manos de Bob Baffert, el alazán viene luchando contra el “fuego amigo” desde su desembarco en el norte, primero, tras aquél debut apresurado en el Pacific Classic (G1), y luego dando pena en el Comma to the Top Stakes, cuando cerró la marcha luego de ser durante semanas sparring de los ejemplares más destacados de la caballeriza del platinado preparador.

Se rumoreó que cambiaría de cuidador, pero el hijo de Roman Ruler siguió adelante y este sábado enfrentará un nuevo desafío. El término nuevo no es antojadizo, pues por primera vez en su campaña actuará sobre el césped para ser parte del difícil San Marcos Stakes (G2), pautado sobre 2000 metros y con 200.000 dólares en premios.

Evin A. Roman es el jockey designado para montar en esta oportunidad al ganador del Nacional (G1) de 2017, portando 120 libras y con ensayos que, como siempre, fueron veloces. La pregunta es si el alazán se sentirá cómodo en la hierba, y también si aquellos refregones “equivocados” no le pasarán factura. En resumen, si su fuego sagrado no está disminuído.

El escollo mayor para el caballo propiedad de Zaur Bifov puede llegar a ser Chicago Style (Kitten’s Joy), ganador del Hollywood Turf Cup Stakes (G2) y que luego fue cuarto en el San Gabriel Stakes (G2).

Baffert tendrá otra carta en Dabster (Curlin), que luego de ganar consecutivamente el Harry F. Brubaker Stakes (L) y el Los Alamitos Special Stakes (L) fue segundo en el Marathon Stakes (G2) y en el Native Diver Stakes (G3) y tercero en el San Antonio Stakes (G2), aunque en la arena en estos últimos casos.

Beach View (Giant’s Causeway) se quedó en Del Mar con el Cougar Handicap (G3) de 2018, para luego quedar tercero de Chicago Style en el mencionado Hollywood Turf Cup Stakes y cuarto en el San Antonio.

El nombre de Epical (Uncle Mo) tampoco puede pasarse por alto, más allá de que su experiencia gradual hasta le momento hable de 2 no placé. Ocurre que el crédito del D P Racing LLC viene de dos excelentes victorias condicionales.

El San Marcos Stakes comenzó a correrse en 1952, siempre sobre los mismos 2000 metros de césped actuales. Un par de victorias argentinas se registran en su historial, con Big Shot (Montparnasse) como el primero de los héroes al quedarse con la versión de 1972, Tuqui (Pronto) imponiéndose al año siguiente. Bienvenido (Friul) fue segundo en 1998, la misma colocación que ocupó Interaction (Easing Along) en 2013; en tanto, El Botija (Aristophanes) fue tercero en 1975.

Si de sudamericanos se trata, el crack chileno Cougar (Tale of Two Cities) venció con la conducción de Bill Shoemaker en 1971, y el brasileño Sandpit (Baynoun) festejó en 1997, a los 8 años y con la experiencia de Corey Nakatani sobre su silla.