La potranca de Anthony Oppenheimer dio espectáculo en el Ribblesdale Stakes (G2), conducida por Frankie Dettori y bajo la preparación de John Gosden

Anthony Oppenheimer tiene otra gran esperanza en sus manos. El propietario, el mismo de Golden Horn (Cape Cross), de Cracksman (Frankel) o de Star Catcher (Sea the Stars), puede hacerse serias ilusiones ahora con la potranca Frankly Darling, que en el Ribblesdale Stakes (G2-2400 m, césped) de Royal Ascot confirmó todas las sensaciones positivas que había generado su salida de perdedora hace solo unas semanas.

Corrida con plena confianza por Frankie Dettori, la pupila de John Gosden fue literalmente imparable cuando se tomó las cosas en serio al pisar el derecho, asomando al frente, sacando ventajas rápido y con sencillez y cerrando el primer gran éxito de su joven trayectoria superando por 1 3/4 cuerpo a Ennistymon (Galileo), con Passion (Galileo) en tercero a otros 2 1/2 largos, todo tras 2m33s29/100. Criada por Hascombe & Valiant Stud Ltd. en Inglaterra, Frankly Darling es ahora un nombre fuerte camino al Epsom Oaks (G1), dentro de algunas semanas en Epsom Downs.

Interesante es conocer el pensamiento de Dettori tras festejar con la zaina la victoria número 68 de su vida en el mitin real: “Me parece que tiene buenos pulmones”, arrancó bromeando el italiano. Luego, continúo: “Tenía el tanque lleno en la primera parte de la carrera, quizás algo apurada. Pero pude tranquilizarla y pedirle el máximo esfuerzo al pisar el derecho. Me conformó mucho la forma en que cerró. Sobre el futuro, creo que todos los sistemas indican que el Epsom Oaks es el objetivo ahora. Si John y el señor Oppenheimer deciden ser parte, estaré encantado de volver a hacer equipo con ellos allí. La potranca aprendió muchísimo hoy”.

Por su parte, Gosden dejó claro en sus palabras el concepto que le merece la potranca: “Si tengo una carta para el Oaks, es ella… El año pasado corrió una sola carrera en Chelmsford, pero tiene un físico grande, que necesitaba tiempo para terminar de desarrollarse. Queríamos correrla y se portó bien, pero todo cambió este año con la pandemia. Tuvimos suerte de poder competir el primer día en Newcastle. Todavía está aprendiendo, como se pudo ver”.

Para John Gosden, el de Frankly Darling fue el éxito 50 para su trayectoria en Royal Ascot, un número gigante para uno de los entrenadores más destacados de todos los tiempos en el turf europeo.

Hija del crack Frankel, la potranca tiene por madre a Hidden Hope (Daylami), que en las pistas supo ganar el Cheshire Oaks (L) y ser segunda en el Lancashire Oaks (G2) y en el Prix de Pomone (G2), por lo que queda claro de donde Frankly Darling pudo haber heredado mucha de la capacidad que demostró en el Ribblesdale para las distancias largas, aún a pesar de su escasa experiencia y de su juventud.

Diego H. Mitagstein

Foto Gentileza Royal Ascot