El hijo de Lookin at Lucky es el nuevo dominador entre los machos de 2 años, tras vencer al favorito en el Clásico Alvaro Covarrubias P. (G3), en un 1-2-3-4 del preparador Patricio Baeza
SANTIAGO DE CHILE, Chile (Especial para Turf Diario).- El proceso selectivo para los machos de 2 años tiene un nuevo dueño en el Club Hípico de Santiago. Encabezando el formidable 1-2-3-4 del preparador Patricio Baeza, Royal Luck atropelló certero en la parte final y por dentro para quitarle el liderazgo generacional y el invicto a Super Agent (Fortify) y batirlo por medio cuerpo en el Clásico Alvaro Covarrubias P. (G3-1600 m, césped normal), en la tarde del viernes.
Saltando desde los 1200 metros y en su primera experiencia a nivel gradual el reservado del Haras Matriarca estuvo implacable cuando apareció en escena en la mitad del derecho luego de aguardar entre los del fondo por la mayor parte del recorrido, aprovechando el desgaste que había tenido el favorito en una tarea que no le fue para nada sencilla: quedar adelante después de que Figureti (Constitution) y Viscount Key (Viscount Nelson) se movieran en la delantera.
Cansándose un poco en el cierre, Super Agent fue presa de un Royal Luck que mostró mucha habilidad para la distancia e, incluso, dio razones para pensar que ir todavía más arriba en el tiro no le resultará complicado. A 1 1/2 largo, Look Dad (Lookin At Lucky) fue tercero, con el mencionado Figureti completando la cuatrifecta, todo tras 1m35s47/100.
Gonzalo Ulloa tuvo una destacada tarea en las riendas del ganador, la primera cría aquí para la yegua argentina Starrily (Southern Halo), una hermana entera de la gradual Star Quality y nieta de la generosísima Other Star (Logical), que produjera al G1 Venusino (Southern Halo), al G2 en los Estados Unidos Star Cross (Southern Halo) a la clásica Star Trek (Fort de France) y a Stellify (Southern Halo), luego vientre de Schoolmistress (Equal Stripes) y Saetta (Mutakddim).
Royal Luck irrumpió rápido en el proceso selectivo para los machos jóvenes en el césped del Club Hípico e invita a pensar que bajarlo del pedestal no será una labor para nada sencilla.
