Entre las bajas estuvo una prueba para 4 años ganadores de 1 y 2 sobre 2000 metros que tuvo 6 confirmados y debió ser mantenida

Si bien el Hipódromo de San Isidro había confirmado el mismo lunes los participantes para lo que será este sábado el primer G1 de la temporada argentina, el Gran Premio Miguel A. Martínez de Hoz, todavía quedaba por resolver el resto de los dos programas que ofrecerá la semana entrante.

Con bastante más de anotados que las semanas anteriores, hubo 13 carreras anuladas, una de ellas con 6 participantes de caballos de 4 años gandores de una y dos carreras sobre 2000 metros que se debió haber defendido por lógica absoluta y también porque cuando hubo necesidad, quedó… Otro dato: había programadas 4 carreras para 2 años, increíblemente un par de categoría alternativa. Ninguna sobrevivió ante una anotación casi nula.

Bien, la jornada del sábado en el circo del Jockey Club incluirá además del Martínez de Hoz el Clásico Juan Shaw (G2-2200 m, césped), para yeguas desde los 3 años y donde competirán: Bianca Jay (Roman Ruler), Bononia (Catcher In the Rye), Emerit Craf (Mastercraftsman), Foolin (Suggestive Boy), Henestrosa (Treasure Beach) (foto), Joy Neverland (Fortify), Moyvore Rose (City Banker), Sinsa Dong (Sebi Halo) y Wild Ones (Cima de Triomphe).

La reunión tendrá 15 carreras por total, con comienzo estimado a las 14 horas y finalización alrededor de las 21,15. La propuesta tendrá también una alta gama de pozos asegurados.

La semana en San Isidro se completará el miércoles 9 del corriente, cuando el toque jerárquico lo aporte el el Clásico Río de La Plata (L-1200 m, césped), para caballos desde los 3 años. La baja de Codringer (Cosmic Trigger) y Santos Davos (Sebi Halo) dejó como receptor del peso máximo a Un Motorcito (Orpen, 55), que tendrá como adversarios a: Blair Athill (Incurable Optimist, 54 1/2), Dom Mario (Midshipman, 52 1/2), Hit Empeñoso (Hit It a Bomb, 53 1/2), Perfect Couple (Remote, 53 1/2) y Vigata (Luck Money, 54 1/2).

Habrá 14 carreras el miércoles, arrancando a las 14 y terminando a las 20,30, también con una batería de adicionales en las apuestas para hacerlas más atractivas.

Con el dato no menor de un mayor número de inscriptos, San Isidro sufrió muchas anulaciones y no defendió una carrera que bajo ningún punto de vista hípico pudo haberse dado de baja. No hay dudas que privó la economía.