Sin lucirse, el gran favorito superó por 3 cuerpos a Viví Jurando en los 2200 metros del césped pesado porteño

La presencia de Sandino Ruler en el Clásico Expressive Halo (L-2200 m, césped pesado) era la gran atracción de la jornada de domingo en el Hipódromo Argentino de Palermo, y el hijo de Roman Ruler no hizo más que responder a la lógica para reencontrarse con la victoria y abrir su 2022 de la mejor forma.

No fue su triunfo más lucido, de hecho, apenas 3 cuerpos lo separaron en el disco del modesto Viví Jurando (Jurabas Tu), pero si dejó en claro que dará pelea en cuanto turno anime a futuro, quizás, apuntando ya al Campeonato Palermo de Oro o, quizás, antes animando el Gran Premio Miguel A. Martínez de Hoz (G1).

Tras su frustrante paso por el Longines Gran Premio Latinoamericano (G1) de Maroñas, en Uruguay, el caballo del Egalité de 9 había corrido espectacular en el Gran Premio Carlos Pellegrini (G1), quedando tercero de Village King (Campanologist) y Miriñaque (Hurricane Cat), y aquí enfrentaba por primera vez en su campaña el desafío de una cancha complicada como la interna céntrica.

A su modo, liderando de principio a fin, Sandino Ruler cumplió con el trámite y aumentó su récord a 8 primeros sobre 9 salidas en Avenida del Libertador y Dorrego, deteniendo el reloj al cabo de 2m18s14/100. Viví Jurando cargó parejo para lograr un gran segundo lugar, y a otros 13 largos Sólo Candombe (Winning Prize) completó una trifecta de la que quedó fuera Galán Galés (Expressive Halo), enemigo en los papeles, pero cuarto a 19 largos. Sigurd (Treasure Beach) cerró el marcador a 1 más.

Criado por Hugo Germano y Roberto Pellegatta, y al cuidado de este último en tándem con Juan Saldivia, Juan Carlos Noriega volvió a hacer pareja con Sandino Ruler, que sumó 1.755.000 pesos a su cuenta para totalizar ahora premios por $ 7.408.500.

En el domingo de Palermo  Sandino Ruler cumplió con el trámite de vencer a 4 rivales inferiores en el Clásico Expressive Halo y ahora, seguramente, llegará el tiempo de volver a buscar lucirse en el terreno gradual, con el dato nada menor de su parte de poder intentarlo en cualquier superficie.