Sobró la calidad en el martes de Palermo, donde la hija de True Cause se reencontró con la victoria

Si el turf argentino tuviera muchas más reuniones como la que se pudo disfrutar este martes en el Hipódromo Argentino de Palermo sería mucho más sencillo captar público, el que por algún motivo se haya desconectado momentáneamente o el conoce poco de lo que sucede puertas adentro de la actividad.

Cuando hay calidad, todo es más lindo, más llamativo, más atractivo. Cuando en la pista hay caballos prometedores, con futuro, o ejemplares consagrados, resulta imposible pasar por alto algún turno, apartarse dos minutos del medio donde cada uno prefiera seguir la acción.

Fue estupendo el nivel técnico de la fecha, que entre productos y carreras que mayormente proyectaron nombres hacia los clásicos o el terreno jerárquico, tuvo en el Clásico Chile (G2) su gran atracción. Para yeguas desde los 4 años y con 2200 metros de recorrido en la arena, encontró en Sankalpa una ganadora esperada y que hizo todo para alcanzar el mejor resultado.

Ganadora del Selección (G1) de La Plata en 2019 y segunda de Seas Alabada (Sebi Halo) en la Copa de Plata (G1), la hija de True Cause venía de una labor algo decepcionante en el Clásico Bullrich (G2), cuando terminó quinta de la ahora consagrada Cita di Río (Equal Stripes), pero ahora encontró una “rápida” rehabilitación.

Por no estar anotada en las Estrellas la zaina se perdió el Distaff, y encontró en el Chile un turno durísimo para reprisar, a gatera completa y con varias adversarias con pergaminos de por medio. Sin embargo, siendo protagonista desde bien temprano, logró el cometido.

Fue la tordilla Sexy Sea (Seattle Fitz) la que salió a marcar el ritmo, con Sankalpa por los palos y Gamble Rules (Roman Ruler) persiguiéndola. No tuvo demasiadas variantes el trámite, pero al llegar la recta final comenzó a moverse la historia.

Abandonó rápido la puntera para terminar perdiéndose entre los no placé, y Sankalpa quedó peleando con Gamble Rules por el centro de la cancha mientras “atropellaban” todas. Chocaron las yeguas, con la ganadora ocasionando el tropiezo, pero a esa altura su rival estaba vencida y los peligros podían acechar desde el fondo.

Sacó un par de cuerpos la pupila de Carlos D. Etchechoury y mantuvo el paso hasta el disco, que terminó cruzando con 1 1/2 cuerpo de diferencia sobre Henestrosa (Treasure Beach), de notable gestión. Flor de Benicio (Lingote de Oro) completó una trifecta inesperada, todo tras 2m16s51/100, marca modesta, pero tampoco mala.

Criada por Oswaldo Avilez y defensora de sus colores del Stud Tres Marías, Sankalpa ratificó su pertenencia al lote de las mejores yeguas fondistas del país, e inicio de la mejor forma el camino que, de no mediar una venta, la llevará a volver a probar suerte en la Copa de Plata de diciembre en San Isidro, hacia donde también apunta Seas Alabada, ya vareando en el Campo 2 de San Isidro hacia el regreso.

También titular del Clásico Juan Shaw (G2) esta temporada, Sankalpa tiene por madre a Lima de Veras (Sekari), que en el haras viene siendo todo lo generosa que no fue en las pistas, donde cumplió 2 gestiones flojitas. En la reproducción, también produjo a la G2 La Limeñita (E Dubai) y a True Dreams (True Cause), que fue segundo como perdedor en el Gran Premio Nacional (G1) de 2018, todos en una de las ramas de la interminable familia de la gran Bambuca (Rustom Pasha).