El Derby cerrará la Triple Corona con sus siempre exigentes 2500 metros y 17.000.000 de pesos de premio para el ganador

Lllegó el gran día. Se corre hoy en el Hipódromo Argentino de Palermo una nueva edición del Gran Premio Nacional (G1-2500 m, arena). La historia se une; la de la pista de carreras más tradicional del país con la de la carrera más importante de todas allí, el Derby, el cierre de la Triple Corona; la que todos, pero todos, sueñan con algún día correr y, por supuesto, ganar.

El sol aparecerá de a ratos, el calor también será protagonista, aunque no tanto como para complicar las cosas. Pero la verdadera sensación térmica la darán los 13 potrillos que irán por la gloria eterna, por tener el mejor de los finales el Día D. En Avenida del Libertador y Dorrego espera una fiesta grande, con, seguramente, tribunas llenas para saludar al héroe de la tarde con una ovación.

¿Cuál será el ganador? Hay dos nombres centrales: El Musical (Il Campione) y Niño Brujo (Catcher In the Rye). El primero llega con el aval de haber ganado aquí la Polla (G1) y de perder en el comisariato el Jockey Club (G1) ante el ahora ausente Natan (Señor Candy), que apunta todos sus cañones al Pellegrini. El segundo fue tercero de su adversario en la milla de septiembre, pero luego respondió a la creencia de su gente y se llevó con holgura el Clásico Eduardo Casey (G2), sobre 2200 metros.

Este último detalle hace que la balance se incline a su favor, aunque no podrá estar desatento. El Musical saldrá, casi con seguridad a correr adelante, y dejarlo florear puede ser un riesgo, más allá que unir los dos kilómetros y medio del Derby corriendo al frente no es nada fácil.  

Juan Cruz Villagra para tratar de manejar los parciales de la mejor manera posible y ser inteligente si algún rival sale a disputarle el liderazgo. El Musical puede también esperar, pero quedó claro que adelante rinde mejor.

William Pereyra con Niño Brujo seguramente no venga lejos tampoco. El potrillo galopa y arranca, y ya es una garantía que el tiro le caerá bien. Es su gran ventaja por sobre el resto.

El Nacional tiene una segunda línea de candidatos, y allí aparecen nombres como los de Jazz Seiver (Super Saver), Super Cocktail (Super Saver), Easy Way Out (Il Campione) y Billion (Galicado). Todos ellos tienen condiciones para soñar, aunque tienen por delante una prueba de fuego.

Ganador de las 2000 Guineas (G1), Jazz Seiver perdió el invicto llegando séptimo en el Jockey Club, y ahora cambia césped por arena, llegando a un terreno donde los hijos de Super Saver han demostrado rendir más. Apoyándose en esa estadística, cabe ofrecerle oportunidades importantes para mejorar. Su hermano Super Cocktail está en alza, y si bien terminó a 6 cuerpos de Niño Guapo en el Casey, fue su primera experiencia clásica, por lo que hay que darle crédito para seguir creciendo.

Billion y Easy Way Out comandaron en ese orden el Clásico Martínez (G2), separados por 3 cuerpos. El primer animó el Casey y quedó tercero, corriendo bien, y el restante no volvió a competir, reservado para esta oportunidad en especial.

Roberto Pellegatta y Juan Saldivia apuestan grande con Code Breaker (True Cause), que salta desde la de perdedores con buenos ensayos, y en condiciones de lances caros aparecen Charrúa Saver (Super Saver), El Alberto (Bodemeister) y Fantasma (Greenspring), mientras que por la línea sureña llega Del Otario (Tantos Años), segundo en el Jockey Club (G2) platense y tercero en el Gran Premio Provincia de Buenos Aires (G1).