La hija de Roman Ruler atropelló fuerte para quedarse con el handicap del lunes, guiada con acierto por el jockey Martín Valle

Con los colores del Stud El Quintón Lobos y en la arena de Palermo,el jockey Martín Valle disfrutó de su primer triunfo de G1 cuando condujo a Entropía (Lizard Island) para ganar el Gran Premio Criadores de 2019. Este lunes, la chaquetilla y el profesional volvieron a unirse en un festejo lindo, no con el peso de aquél, pero que reafirma la buena química entre ambos.

En las riendas de Testarda (56 kg.) el equipo dio el golpe en el Handicap Transporte García 88vo. Aniversario (1200 m, arena), la carrera más potente de una jornada con altibajos en materia de calidad y que rindió homenaje a la empresa del querido Lito.

Valle fue fundamental en el resultado final, teniendo paciencia con la hija de Roman Ruler y Temida Rye (Catcher In the Rye), pues la dejó lejos durante la mayor parte del trayecto mientras Perfecta Miranda (Horse Greeley, 55 1/2) y Grand Splendid (Grand Reward, 58) luchaban adelante bajo parciales acelerados de 22s57/100 y 45s78/100, siempre según el polémico teletimer porteño.

Sólo en la recta y por la mitad de la cancha el jockey empezó a arrimar a Testarda, al tiempo que Perfecta Miranda quedaba limpia adelante y ensayaba una disparada que la ganadora iba a cortar sólo en los 100 metros finales, sacándole de allí en adelante 1 cuerpo de ventaja. A otros 3, Grand Splendid aguantó para ser tercera delante de su compañera La Murguita (Grand Reward, 60), que esta vez estuvo falta de picante. Quinta, en tanto, terminó la favorita Brianna (Roman Ruler, 57), jamás protagonista.

Criada por el Haras Vacación y al cuidado de Guillermo Frenkel Santillán, Testarda venía de un par de terceros interesantes después de fallar en el Clásico General Las Heras (G3). Alguna vez derrotada en la categoría alternativa, cuando todavía era perdedora, la zaina va mejorando y siempre se las arregla para destacarse sobre 1200 metros, la distancia en la que alcanzó cada uno de sus cuatro triunfos. No es el tiro más fácil para pensar más allá de los handicaps o especiales, una categoría en la que si los kilos no la achican, será siempre protagonista.