La versión 2018 del Classic más antiguo del país se presenta como una carrera pareja y complicada

Llegó el día. La hora preciada, el momento sublime de que se largue una nueva edición del Gran Premio Selección (G1), cuyos 2000 metros sobre el césped de San Isidro le dan forma al “Classic” más antiguo del país. Comenzó a correrse allá por 1883, en el viejo Hipódromo Nacional, con la potranca Nana (Altyre) derrotando a los machos, una particularidad frecuente en esa “prehistoria turfística”, pero que no se repite desde 1940, cuando La Mission (Congreve) también pudo más que los “chicos”.

Pasó por la arena de Palermo también, varias veces el Jockey Club, pero desde 1980 adoptó como “casa oficial” la cancha del Jockey Club. Hacer nombres sería larguísimo, pues hubo pocos de los grandes cracks del turf nacional que no hayan conquistado su trofeo, sobre todo en épocas donde las ventas no eran corriente como sucede desde hace unos años.

Casualmente, esa circunstancia económica que gobierna la hípica nacional desde algunas décadas atrás, hará que en 2018 el público no tenga la posibilidad de disfrutar del potrillo que pintaba para líder, el único que podía aspirar a la ansiada Triple Corona. American Tattoo (Not for Sale) ganó la Polla (G1) de forma espectacular, pero se vendió para continuar su campaña en los Estados Unidos y ahora habrá que alentarlo desde lejos.

Su partida dejó muy abierto el Gran Premio Jockey Club, tocado en la previa por la baja de Accionador (E Dubai), cuya paleta le jugó una mala pasada; compañero de American Tattoo en el stud de Roberto Pellegatta y Juan Saldivia, era otro de los referentes.

Así las cosas, la gloria y los 2.500.000 pesos de premio están a disposición de la mayoría de los 12 potrillos que sí estarán en los partidores, en una carrera que se adivina pareja y donde reinará aquél que pueda reunir categoría, actualidad y, como siempre, una dósis de fortuna.

La línea del Clásico Ensayo (G3) viene siendo influyente en los últimos tiempos, tal como lo reveló Turf Diario esta semana con un artículo al respecto. De los 10 ganadores más cercanos del Jockey Club, 5 venían de llevarse la tradicional preparatoria.

Esta vez estarán los tres primeros clasificados en el Ensayo buscando el triunfo inolvidable: Teodisio Joy (Fortify) (foto), Global Kid (Global Hunter) y Pierna de Reyes (Strategic Prince), todos muy parejos. De medio pescuezo y 1 1/2 cuerpo fue el margen que los separó, en un desarrollo al cabo del cual Pierna de Reyes descontó una enormidad tras correr último.

Pablo Falero viajó hace un par de semanas al Uruguay para un homenaje, pero volvió casi que corriendo para darle corrida a Imagen de Roma (Roman Ruler), el potrillo de Santa Elena al que montará en el Jockey Club y que viene de secundar desde 4 cuerpos a American Tattoo en Palermo.

Cambia arena por césped, una superficie en la que también corrió bien, pero donde su último antecedente lo vio terminar tercero de Tremendo Tordo (Hurricane Cat) en el Gran Criterium (G1), un adversario al que dejó completando el podio en le inicio de la Triple Corona, por un margen de 2 1/2 cuerpos. El tordillo de Omar Labanca vuelve al terreno en que quizás mejor rinde y ese dato no es menor, aunque el tema del salto en la distancia siempre es un tema importante.

Endormoon (Endorsement) irá en yunta con Pierna de Reyes, y se lo tiene por buen caballo. Ganó en su reprise sin estar 10 puntos y a las pocas horas se animó en la Polla llegando sexto con tropiezos. Hay ilusión de verlo estar prendido en la definición.

Uruguay hará fuerza por Mando Bongo (Fusaichi Pegasus), nacido en esas queridas tierras y al que le tomó poco salir de perdedor aquí, aunque, en el plano de la categoría alternativa…

Fogorado (Sixties Icon), Frisco Beach (Treasure Beach), Heavy Love (Manipulator), Tesoro Millonario (Treasure Beach) y hasta el perdedor Galgo Luca (Luck Money) sueñan también con un momento único.