El hijo de Seize se impuso de punta a punta y se proyectó entre los mejores velocistas de la generación nacida en 2020

Sirirí Pampa dio un importantísimo paso hacia adelante este viernes en el Hipódromo Argentino de Palermo, manteniendo su invicto en el Clásico General Lavalle (G3-1000 m, arena normal), pero quedó la sensación de que lo mejor de su parte está por venir.

Inmaduro, cambiando de mano en reiteradas ocasiones, el potrillo del Stud J.A., se las arregló de todas maneras para terminar adelante, ratificando esas buenas sensaciones que había dejado quedándose con uno de los turnos de la Polla de Haras Pampeanas en el Jockey Club de Santa Rosa, La Pampa, como local, y luego cuando se inició venciendo por 10 cuerpos sobre la misma recta en la que ahora se colgó el preciado cartelito de ganador jerárquico.

Preparado por Gabriel L. Monteaguro y con Gonzalo Borda en sus riendas, Sirirí Pampa tomó la punta al partir y nunca se dejó alcanzar, despachando inicialmente al platense Arellano (Angiolo) y conteniendo arriba la arremetida de Aczino (Santillano), que había quedado último lejos, como sintiendo su falta de experiencia en el centro.

En el disco fue de 1 1/2 cuerpo la diferencia entre ambos, con Quiere Venganza (Got Talent) completando la trifecta a otros 2 largos, con Sewelo (Seize), Arellano y un desconocido Alrededor del Sol (Angiolo) cerrando la marcha, todo tras 54s71/100, muy buen tiempo en un día de terreno volador.

Favorito en sus apuestas, Sirirí Pampa fue criado en el Haras Alborada, la cabaña donde presta servicio Seize (War Front), su generoso padre y una de las revelaciónes entre los reproductores nuevos, que así se anotó su primera cría en vencer a nivel clásico. El invicto tiene por madre a School Inc (Include), una titular de 4 victorias en Palermo y La Plata y nieta de Forty Schoolgirl (Roar), ganadora del Clásico Miguel Angel y Tomás Juárez Celman (G2), en una de las ramas de la enorme familia materna de Escolástica (Great Host).

Sirirí Pampa mantuvo su foja intacta, ganó bárbaro y se hizo clásico en el mismo “movimiento”, pero, como se dijo al comienzo, lo mejor de su parte parece estar todavía por venir.