De punta a punta la outsider se lució en la recta de San Isidro

La actualidad no era muy generosa con Slingerlands, la yegua que despertó de golpe, corrió como nunca y terminó por darse el gusto de ganar el Clásico La Troienne (L-1000 m, césped), la primera de las dos pruebas jerárquicas que incluyó la tarde de domingo en el Hipódromo de San Isidro.

No hubo forma de alcanzar a la pupila de Silvio M. Pivano, que salió ligerísimo, sacó varios cuerpos y tuvo el resto para contener todas las atropelladas arriba para imponerse ajustadamente, pero con un sport de fiesta: $ 65,20.

La representante del stud marplatense El Tricky no cruzaba primera el disco desde julio de la temporada anterior y, en rigor, sólo un puñado de sus gestiones desde esa tarde habían sido positivas. Pero poco importó el papel esta vez, con la zaina uniendo ambos extremos con efectividad y superando por pescuezo y cabeza a Diosa Pampeana (Mutakddim) y a la favorita Adventure Time (Angiolo), tras 57s1/100 para el kilómetro sobre pista de césped húmeda. Montesana Rye (Catcher In the Rye) y Charm Scent (Exchange Rate) terminaron de darle forma al marcador rentado.

La condición de la cancha fue, evidentemente, uno de los datos fundamentales en la victoria de Slingerlands, que ya había terminado adelante en dos oportunidades bajo circunstancias casi idénticas. Y, se sabe, cuando el césped de San Isidro no está normal, la adaptación a su superficie es vital.

De la cría del Haras El Paraíso y con Miri House (Housebuster) como madre, Slingerlands llevó en su cruz a Daniel Eduardo Arias, con el que hacía un tiempito no coincidía y que fue el jinete que mayormente la montó en los inicios de su campaña.

Sorpresa grande hubo en el La Troienne gracias a Slingerlands, que ahora mira su futuro con otro tipo de responsabilidades.

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