La hija de Sidney’s Candy da revanchas en el Clásico Lotería de la Ciudad de Buenos Aires (G3) de Palermo

Siguen las carreras interesantes en las pistas nacionales, y en este lunes que pinta soleado la “responsabilidad” recaerá en el Hipódromo Argentino de Palermo. Entre los dichos y hechos de lo que ocurrió allí el sábado con el Gran Premio Selección (G1), llegará el momento para que se muestren las velocistas en una nueva versión del Clásico Lotería de la Ciudad de Buenos Aires (G3-1000 m, arena), abierto para yeguas desde los 3 años.

Lote bien parejo el que estará en los partidores y donde sobresale el nombre de Smeraldina, referente de la categoría en los últimos meses, más allá de su tolerable bajón en el Gran Premio Estrellas Junior Sprint (G1).

Antes, la hija de Sindey’s Candy había vencido por 2 cuerpos a Sugarreta (Sebi Halo) en el Clásico República de Panamá (G3), y después de la carrera auspiciada por la Fundación Equina Argentina se quedó con el Clásico México (G3), donde fue un largo más rápida que Sidney Emper (Sidney’s Candy).

Smeraldina le dará revancha tanto a Sugarreta cuando a Sidney Emper, siendo esta última la que parece tener mayores probabilidades de derrotar a la candidata y casi segura favorita.

La brasileña Mensageira-Iguassu (Mensageiro Alado) fue tercera en el mencionado México, ratificando la buena gestión que había conseguido ante los machos en el Prensa Hípica (L), también completando la trifecta. Con bastante más fogueo, vale la pena que su gente se ilusione.

Ya un escaloncito por debajo habrá que ubicar a Melodía Pampa (Emperor Richard), quinta en el México y en el República de Panamá, cuando se esperaba algo más de su parte. En tanto, la tres años Kainita (Portal del Alto) accede al terreno mejor rentado luego de dos victorias consecutivas, con Embozada Nistel (Van Nistelrooy) como escolta en ambas ocasiones; las “ventajas” que recibirá en el peso pueden resultar fundamentales.

Y quedan por nombrar Mi Predilecta Key (Key Deputy), La Bajadita (Sidney’s Candy), Sidney’s Vise (Sidney’s Candy) y Alma Campestre (Angiolo), mezclando ganas de volver a ser e ilusiones en un ámbito tan duro como el de los clásicos.