El hijo de Portal del Alto fue la figura del día en Palermo, quedándose cómodamente con la prueba más importante

Sonny Bill no es el caballo más regular del mundo, pero cuando corre fuerte es casi imparable. Le cuesta repetir, es cierto, pero si sus brazadas se estiran al máximo alcanza resultados como el del viernes en el césped del Hipódromo Argentino de Palermo, donde se impuso con mucha claridad en el Clásico Primavera (1600 m), una de las dos pruebas por encima del nivel común que incluyó una jornada bien entretenida.

Casi que alterna una buena y una mala el hijo del lamentablemente desaparecido Portal del Alto, que venía de quedar quinto en el Clásico Pedro Chapar (G3), pero que también había sido capaz de llegar segundo en el Reconquista (L) o de ganar el Pippermint  (G2), ni más ni menos. 

Con Francisco Leandro en sus riendas, lo hizo todo sencillo el crédito del Stud Quereuquén, pues se limitó a seguir el andar del puntero Perfect Beach (Treasure Beach), lo superó a poco de ingresar en la recta final e hizo el resto bastante fácil, desprendiéndose con soltura y cruzando la meta con 2 1/2 cuerpos de ventaja sobre Joy Filoso (Filoso Emperor), que a sus 8 años volvió a mostrar empeño con su atropellada para dar cuenta en el disco por medio cuerpo y pescuezo de Forever Young (Heliostatic) y el favorito Heavy Love (Manipulator), en una apretada lucha por los puestos secundarios.

Sonny Bill decoró su victoria estableciendo una marca de 1m33s73/100 y logró quebrar una barrera, pues por primera vez en su campaña venció sobre una milla, ya que antes había cruzado sobre 12 cuadras para salir de perdedor y sobre 14 entre ganadores y en el Pippermint, sin dudas un síntoma de madurez.

Preparado por Nicolás Martín Ferro, pero presentado por Enrique, su padre, el zaino fue criado en el Haras Rodeo Chico (donde prestaba servicio Portal del Alto) y tiene por madre a la placé de G2 Croática (Lucky Roberto), que produjo otros dos caballos bien corredores como Bordó y Hingis, ambos con Slew Gin Fizz, y todos en la familia interminable e imparable de la fantástica Disy (Vervain), piedra fundamental de La Irenita, predecesor en la cría de Rodeo Chico, con Luis Villamil en el recuerdo.