El hijo de Fortify se quedó con el Gran Premio Estrellas Juvenile y se consagró como el Campeón 2 Años Macho de la temporada

La victoria de Subsanador ya era un hecho en el Gran Premio Estrellas Juvenile (G1-1600 m, arena), y mientras el alazán recorría dominante esos metros finales sin apremios, la emoción fue ganando paso entre sus allegados. Para muchos directamente fue imposible contener las lágrimas ante el recuerdo de Federico Caracoche, que fuera uno de los propietarios del mejor 2 años del país en 2022 y muriera jóven hace algunas semanas en un accidente.

El hombre detrás del pujante Haras Las Raíces; Fede, como le decían todos, fue de esas personas irrepetibles y que a la hípica le hacían bien, muy bien. No nació entre puros y discos, pero en un momento de su vida se enamoró del turf y le juró amor eterno. Con Paty, su esposa, presente en una foto llena de sentimiento, seguro desde el Paddock del cielo Federico habrá sonreido y empujado con alma y vida a su caballo, ese que llegó a disfrutar cuando se impuso en el Montevideo, el 1 de mayo, cuando todavía estaba entre nosotros.

Por Fortify y Save the Date (Hurricane Cat), y portando la chaquetilla del Stud Facundito, Subsanador es un legítimo campeón, ratificando todo lo bueno que había mostrado hace casi dos meses y volviendo a marcar amplias diferencias, pues cruzó el disco con 2 1/2 cuerpos de ventaja sobre Natan (Señor Candy), con Niño Guapo (Catcher In the Rye) en tercero a otros 3, decorando su actuación excelente con un tiempazo de 1m33s94/100.

Andaba en el aire Subsanador, y Nicolás Martín Ferro, su entrenador, lo había contado en una entrevista con Turf Diario durante la semana. Cambio de jockey mediante, pues fue conducido por Eduardo Ortega Pavón en lugar de Francisco Leandro, el potrillo criado por el haras El Mallín respondió e hizo todo bien.

Los machos tienen un líder indiscutido en la arena con Subsanador, que ahora enfocará sus energías en el Gran Premio Polla de Potrillos (G1), allá por septiembre, la carrera que marcará el inicio de la Triple Corona.

Fue un Juvenile de emociones, con Subsanador respondiendo y todos, pero todos, recordando al inolvidable Federico Caracoche, que dejó una huella indeleble y que, ahora desde su atalaya en el cielo, hace fuerza por el potrillo que lo hizo feliz.