El hijo de Super Saver avanzó por el centro de la cancha en la recta y superó por cabeza a Pepe Joy, con el puntero Bill Bixby Trigger en tercer lugar a medio largo; Nievre fue lejano cuarto

Bajo un diluvio, Super Inter se agrandó este jueves en la arena del Hipódromo Argentino de Palermo y se quedó con una valiente y valiosa victoria en el Clásico Italia (G3-2000 m, arena), la prueba central de una jornada atípica pero muy entretenida.

En una carrera donde el G1 Nievre (Catcher In the Rye) no mostró ni por asomo el nivel que lo llevó a ganar el 1 de mayo último el Gran Premio República Argentina (G1), el alazán del Stud Disco Eterno mostró determinación en la parte final para doblegar por cabeza y medio cuerpo a Pepe Joy (Fortify) y al favorito Bill Bixby Trigger (Cosmic Trigger), estableciendo una marca más que meritoria de 2m1s34/100.

Super Inter siempre fue un caballo bien considerado por Nicolás Martín Ferro, su entrenador, tanto que de potrillo, después de salir de perdedor en su tercer intento corrió el Gran Premio Estrellas Juvenile (G1), el Clásico Miguel Cané (G2) y el Gran Premio Jockey Club (G1), aunque sin suerte.

Su nivel venía creciendo, como cuando fue segundo de Malibú Spring (Greenspring) en el Clásico 25 de Mayo de 1810 (G2) en La Plata, o con su cuarto del mismo adversario en el Gran Premio Estrellas Mile (G1), y ahora, estirándose hasta los 2000 metros, encontró por fin esa victoria importante tan buscada.

Con Eduardo Ortega Pavón en sus riendas, Super Inter vino tercero durante buena parte del recorrido, mientras Nievre marcaba a presión a Bill Bixby Trigger, que marcó el paso bajo parciales de 24s18/100, 47s37/100 y 1m11s76/100. Una vez en el derecho, el puntero se afirmó por dentro e intentó disparar, con Nievre abandonando la pelea sorpresivamente mientras por el centro crecía la figura del ganador y más abierto empezaba a insinuarse Pepe Joy (Fortify).

Los 300 metros finales fueron a pura emoción. El líder se defendió hasta la cuadra final, cuando dominó Super Inter, controlando con esfuerzo a Pepe Joy, que otra vez pegaba en el palo de un triunfo importante. Como se dijo, hubo una cabeza de diferencia, con Bill Bixby Trigger cediendo su invicto al quedar tercero, pero dejando entrever que será gran animador de aquí en más en la categoría.

Nievre fue cuarto a 13 1/2 largos, siendo una sobra de su mejor versión y dejando un signo de interrogación respecto a su futuro inmediado. En el Classic (G1) de las Estrellas había sido cuarto, pero sin desentonar, y en el San Martín (G1) el césped sirvió como excusa para otro cuarto sin color. Pero ahora ya quedó lejos y en su cancha…

Del resto hubo poco para decir, pero volvió a llamar la atención como bajó la guardia Jenofonte Stark (Fortify), que en las condicionales se luce, pero parece esperar los clásicos para amargar a sus allegados, que lo tienen por regular. Enfermizo Paradiso (Fragotero) cerró la marcha, como podía esperarse.

Super Inter, que fue criado por el Haras Firmamento -en festejado doblete clásico en la reunión-es el noveno ganador clásico parte de la primera de las dos producciones que dejó en el país el generoso Super Saver, y tiene por madre a Intermitencia (Grand Slam), una nieta de la recordada Inimitable (Farnesio), la propia hermana del crack Intérprete.

Con su triunfo en el Clásico Italia Super Inter se sumó al lote de los referentes en la distancia sobre la arena de Palermo y respondió por fin a las expectativas de su entrenador y su propietario, con la madurez como un aliado indispensable.