Doble ganador de G1, llegó este lunes al Haras Firmamento, donde en 2021 comenzará su rol en la reproducción

Bajó del camión como si nada, con su clase evidente; paró las orejas, miró para ambos lados y dio sus primeros pasos en su regreso a casa. The Great Day, de él se trata, llegó el lunes último al Haras Firmamento procedente de los Estados Unidos, para comenzar a preparar lo que será su estreno como padrillo de la cabaña de Juan Carlos Bagó, en 2021.

El hijo de Harlan’s Holiday y The Great Glory (Honour and Glory) ganó la Polla (G1) y el Classic (G1) de las Estrellas en Palermo antes de viajar hacia el norte, donde su mejor resultado fue un triunfo en el Durham Cup Stakes (G3) de Woodbine, en Canadá, antes de lesionarse una mano y obligar a su precoz retiro de la competencia cuando todavía se esperaba mucho de su parte.

Caballo querido por Firmamento The Great Day, tanto que Bagó lo compró dos veces después de haberlo vendido de potrillo. Primero cuando se rearmó su sociedad, de potrillo, y luego en el norte, cuando decidió adquirirlo definitivamente al Lael Stables, que había hecho una inversión grande en su momento llevándolo al stud de Arnaud Delacour.

Hermano paterno de Into Mischief, el padrillo más caliente del momento en Kentucky, en una familia materna de primer nivel, The Great Day es una nueva apuesta nacional de la cabaña de la gaviota, como en su momento lo fueron exitosos reproductores como Kaljerry (Jerry Honor), el fornido Just In Case (Salt Marsh), Fitzcarraldo (Cipayo) o su hijo Seattle Fitz.

The Great Day ganó la Polla, popularmente conocida como una carrera hacedora de padrillos. Al respecto, a las pruebas habrá que remitirse. Old Man (Orbit), Congreve (Copyright), Embrujo (Congreve), Nigromante (Embrujo), Tatán (The Yuvaraj), Forli (Aristophanes), Cipol (El Centauro), Cipayo (Lacydon), Intérprete (Farnesio) y, más cerquita, Le Blues (Roman Ruler) son algunos ejemplos al respecto. A esa lista intentará sumarse ahora el zaino.

“El caballo llego perfecto, con algunos kilos menos, pero es normal. En este momento esta haciendo la cuarentena en el haras, aislado de los otros padrillos, por lo que todavía no puede dormir en el que será su box por los próximos años. Será el mismo que habitó Fitzcarraldo. Justamente él y Harlan’s Holiday, su padre, probablemente hayan sido los dos mejores padrillos en la historia del haras. Podría haber llegado antes al país, pero la temporada ya había comenzado y nos parecio muy apresurado ingresarlo a la reproducción tan rápidamente. Por eso esperamos y preferimos arrancar de cero en 2021. Ahora tiene tiempo para aclimatarse, adaptarse bien a su casa y empezar a trabajar el año que viene”, cuenta con lujo de detalles Ezequiel Valle, parte importante de Firmamento.

Por “el box de Fitzcarraldo” también pasaron Poliglote (Sadler’s Wells), Seattle Fitz, Il Corsaro (Northern Dancer) y Key Deputy (Deputy Minister), y en la cabaña siempre supieron que allí sería el lugar para The Great Day. “Su historia es bastante conocida, y desde que Juan Carlos Bagó recompró su parte sabíamos que iba a terminar como padrillo en el haras. El caballo se había vendido para los Estados, pero John Fulton, que había sido el intermediario, nos hizo saber que había una chance de recomprarlo otra vez; hablamos, y en dos minutos era nuestro y estaba viajando al stud de Ignacio Correas (h.). Le dimos suerte porque a los dos días ganó el Distaff (G1) con Blue Prize (Pure Prize)”, bromea Ezequiel.

Luego, sobre el cierre de la charla, redondea: “The Great Day fue precoz porque ganó a los 2 años, a los 3 sumó la Polla y ya casi de 4 años el Classic; y luego sumó un G3 en Canadá. Tenía todo para ganarse un lugar en la padrillera del haras, no sólo por una cuestion afectiva. Si a todo eso le sumamos lo bien que vienen funcionando los padrillos locales, no veo porque no haya de ser un suceso en la reproduccion. Hoy Le Blues, Cosmic Trigger (Lizard Island) y Winning Prize (Pure Prize) son la novedad;  Equal Stripes (Candy Stripes), una realidad; y los recodados Not for Sale (Parade Marshal) y Sebi Halo (Southern Halo) dejaron su huella también. Y eso tan sólo por nombrarte algunos de los últimos caballos nuestros y y sin ir tan atrás en el tiempo.

The Great Day volvió a casa, a Firmamento, y pronto ocupará “el box de Fitzcarraldo”. Ahora habrá que esperar para saber si el caballo que tantas satisfacciones le dio al equipo en la pista, repite en la cabaña. Cualidades para lograrlo, le sobran.

Diego H. Mitagstein