La hija de Roman Ruler se quedó con el Clásico Fallow, en San Isidro, y su próximo objetivo será la Longines Cup, el día del Latinoamericano

Paso importante el que dio este miércoles en el Hipódromo de San Isidro Tit Ruler. La ascendente yegua del Stud-Haras Orilla del Monte tomó más que bien su salto a la milla, ratificó su excelente momento quedándose con el Clásico Fallow, sobre el césped, y abrió la puerta hacia un sueño mucho más grande: correr el mes próximo el Clásico Fernández Guerrico (G2), la Longines Cup, que tendrá un premio extraordinario como parte del mitín del Longines Gran Premio Latinoamericano (G1).

La hija de Roman Ruler y Tapzig (Pleasant Tap), gran favorita, se quedó con una carrera rara en su desarrollo, donde los parciales fueron lentísimos, casi como una partida muy cómoda. Conducida por Gabriel Bonasola, y sobre cancha húmeda, la pupila de Nicolás Martín Ferro pasó los 400 metros iniciales en 28s y pico, cubriendo las 8 cuadras en poco más de 52s.

Semejantes “ventajas” fuero aprovechadas al máximo por Tit Ruler, que pisó el derecho y sacó diferencias que mantuvo hasta el disco. Día Feliz (Roman Ruler), que la persiguió desde la partida, descontó arriba para ser segunda a medio cuerpo, con la brasileña Genelle (Wild Event) llegando tercera a medio pescuezo, todo al cabo de 1m40s12/100.

Las alternativas parecieron no beneficiar a la ganadora, pues su característica es mover la carrera y mantener el ritmo luego en la parte final; al venir tan despacio, no tuvo el golpe de velocidad que podía esperarse, aunque de todas formas su victoria jamás corrió riesgo.

Ahora con 5 victorias sobre 9 salidas, y ya con el título de “ganadora clásica” a cuestas, para Tit Ruler el futuro marca una cita el 14 de marzo próximo en el mencionado Fernández Guerrico, donde las exigencias serán mucho mayores, incluso, con yeguas que llegarán desde el exterior para competir.

Poco a poco va creciendo Tit Ruler, que se sacó las ganas de vencer sobre el césped y de hacerlo en el marco clásico, como para que su gente tenga ilusiones valederas para un futuro gradual en una temporada que arrancó con todo.