El hijo de Il Campione le dio su primer triunfo al aprendiz Rodrigo Ortíz en el durísimo Premio Amiguito de lo Ajeno (1400 m, arena), donde el gran favorito llegó último desconectado

El Premio Amiguito de lo Ajeno (1400 m, arena), para potrillos de 3 años titulares de 1 ó 2 victorias, era una de las máximas atracciones de este lunes en el Hipódromo Argentino de Palermo. Ocurre que allí volvía a la competencia Lawson (Le Blues), uno de los mejores de la última temporada y que no corría desde que a principios de abril ganara el Clásico Raúl y Raúl E. Chevalier (G2), sobre el césped del Hipódromo de San Isidro.

En la pista de su debut, cuando le ganó nada más y nada menos que a El Musical (Il Campione) y a Subsanador (Fortify), el zaino del Stud Santa Rita exponía su invicto como gran favorito, pero dejó caras largas entre sus allegados al terminar último y a 38 cuerpos. El que se robó todas las miradas ante la debacle de Lawson fue Es de Temer (Il Campione y Brandha, por Incurable Optimist, Haras El Paraíso), de buena campaña en 2022 y que también volvía, aunque de agosto.

Segundo en el Clásico Old Man (G3), tercero en el Clásico Antártida Argentina (L) y cuarto en el Gran Premio Gran Criterium (G1) y en el Clásico Pedro E. y Manuel A. Crespo (G3), Es de Temer ganó de forma espectacular, asumiendo el comando del lote ni bien se abrieron los partidores y haciéndose inalcanzable.

El disco lo encontró con 5 cuerpos de ventaja sobre Dom Leo (Storm Embrujado), tras 1m22s39/100 y dándole al aprendiz Rodrigo Ortíz el primer triunfo de su trayectoria. Hugo Constantino prepara al ganador para la caballeriza El Huraño, y seguramente sea gran protagonista a nivel clásico en el lo que viene.

Sobre Lawson, consultado por Turf Diario, Santiago Viale, uno de sus propietarios, comentó: “Quedamos destruídos, porque el potrillo andaba espectacular. Después de la carrera parecía duro y manco, pero este martes por la mañana lo revisamos y no encontramos nada. Esperemos haya sido la reprise, el calor, un poco todo. Habrá que mirar hacia adelante y volver a empezar, pero, en principio, no hubo excusas físicas”.