Atropellando desde el fondo, el hijo de Lizard Island cortó prácticamente sobre el disco la disparada de Bequepingo; falló el favorito

Toda la expectativa alrededor del Clásico Southern Halo (G3-1400 m, césped pesado de diagonal), la mejor prueba del sábado en el Hipódromo de San Isidro, recaía en la esperada reprise de Satu (Catcher In the Rye), el invicto que había deslumbrado a todos en diciembre ganando en tiempo récord el Gran Premio Joaquín S. de Anchorena (G1) y que cumplía su primera presentación con la chaquetilla de Las Monjitas.

Sin embargo, el hijo de Catcher In the Rye estuvo totalmente desconocido, naufragó sobre una cancha complicada y le cedió todo el protagonismo a Tooru, que atropellando desde la zaga cortó en el último salto la disparada de Bequepingo (Cityscape) para alcanzar la victoria más importante de su campaña y darle al aprendiz Francisco Lavigna su primer éxito en una prueba de grupo.

Satu no tardó en asumir el liderazgo, y allí se mantuvo hasta llegar a la recta final, con ritmo no tan exigente, aunque sobre un terreno inhóspito. Pronto se advirtió que el enorme favorito tenía problemas, cuando Adrián Giannetti intentó que se desprendiera, sin obtener los resultados buscados.

Pronto Bequepingo mejoró y pasó al frente sin oposición, encaminándose hacia un éxito para festejar largo y tendido. Pero todavía faltaba la atropellada del hijo de Lizard Island, que descontó muchísimo a toda velocidad para terminar quebrando por apenas medio pescuezo la línea del enemigo, todo tras 1m25s10/100. A 2 cuerpos, Fuego Valyrio (Santillano) tenía una muy buena primera experiencia sobre 14 cuadras y en su debut bajo la atención de Roberto Pellegatta.

¿Y Satu? Caras largas al por mayor dejó el cuarto lugar a 3 3/4 cuerpos del vencedor para el hasta ayer invicto, que no tuvo furia ni tampoco luchó cuando lo salieron a buscar. Si ningún problema físico se cruzó en el camino, no quedará otra que achacarle a la inactividad y a la cancha la culpa de una labor opaca para un ejemplar al que todos quienes están a su alrededor consideran distinto.

Criado por el Haras El Wing, al cuidado de Pablo Sahagián y con los colores del Stud As de Picas, Tooru gritó fuerte.