El campeón alemán atropelló con mucha fuerza abierto para vencer a la yegua Tarnawa y al favorito Hurricane Lane

En una versión especial del Prix de l’Arc de Triomphe (G1-2400 m, césped pesado, 5.000.000 de euros en premios), la número 100, esa que estaba repleta de grandes figuras, el alemán Torquator Tasso dio una de las más grandes sorpresas de la historia. Atropellando abierto, el hijo de Adlerflug dejó en shock a todos adelantándose prácticamente sobre la raya a la formidable yegua Tarnawa (Shamardal) y al favorito Hurricane Lane (Frankel) por apenas 3/4 de cuerpo y cabeza.

Triunfo de cuento el del alazán, que llegó a París un día antes de la gran carrera y le dio a Marcel Weiss, su entrenador, la copa más importante de todas cuando apenas se cumplieron unos pocos años desde que eligió el camino de entrenar caballos sangre pura de carrera. Para la hípica teutona, fue un nuevo festejo en el Arco, como aquél que consiguió Danedream (Lomitas), en 2011, o el de Star Appeal (Appiani), en 1975.

Había sido el propio Weiss el que comentó que con un desarrollo perfecto y en condiciones perfectos aspiraban a conseguir una buena colocación con el Caballo del Año de 2020 en Alemania, pero sin dudas todo lo ocurrido superó cualquier sueño. Con el “hecho consumado”, el cuidador diría: “Siempre fue especial, desde que tenía 2 años. Nunca dejó de mejorar”.

Tras un desarrollo demasiado lento, en el que el Derby Winner Adayar (Frankel) marcó el camino sin quererlo, la recta final fue de todas formas terreno de los atropelladores. De ellos, la libertad que en ese tramo encontró el jockey RenePiechulek con Torquator Tasso resultó fundamental para postergar a sus escoltas que, por dentro, tuvieron que sortear estorbos antes de poder darle velocidad a sus cargas.

Tarnawa, más ágil, casi se queda con todo, pero el gusto amargo mayor quedó para Hurricane Lane, un caballo enorme y que necesita “carretear” bastante antes de tomar su rapidísima velocidad crucero; mucho más en una cancha como la que mostró este domingo ParisLongchamp, durísima.

Dermot Weld estuvo cerca de ganar su primer Arco con Tarnawa, y sus conceptos post carrera fueron interesantes: “Tuvo una actuación superlativa y, honestamente, creo que si no hubiera llovido anoche ganaba. Ahora quizás consideremos otra vez el Breeders’ Cup Turf (G1) que ganamos en 2020 o el Breeders’ Cup Filly & Mare Turf (G1), en Del Mar”.

Entre las decepciones se contó la potranca Snowfall (Deep Impact), que terminaría sexta. “No corrió mal, estoy particularmente un poco decepcionado, pero no terminó siendo una actuación para deshechar”, diría Ryan Moore, que a última hora reemplazo en sus riendas a Frankie Dettori tras la baja de Love (Galileo).

Torquator Tasso venía de ganar en Baden-Baden el Grosser Preis von Baden (G1) y esta temporada había sido además segundo en el Grosser Preis von Berlin (G1), detrás de la destacadísima yegua Alpinista (Frankel) y batiendo al mismo Walton Street (Cape Cross) que hace poco brilló en los Estados Unidos. Ya en su campaña como 3 años, la que lo llevó a ser consagrado como Caballo del Año en Alemania -título que seguramente volverá a recibir- había salido airoso en el mencionado Grosser Pres von Berlin, llegando además segundo en el Deutsches Derby (G1) y en el Grosser Preis von Bayern (G1).

Torquator Tasso, que en su pedigree muestra un interesante Factor Rasmussen en la yegua Anatevka (Expresso), dio el golpe en un Prix de l’Arc de Triomphe que, definitivamente, quedará en la historia.