Un trabajo estupendo de su equipo volvió a poner al crack en los titulares con su triunfo en la Copa de Oro

Volvió el campeón. Volvió Sixties Song. Volvió un caballo estupendo. Parecía terminado después de seis feas derrotas consecutivas, de más de un año y medio sin siquiera pasarle cerca a esa gloria que abrazó en el Pellegrini (G1) de 2016 y en el Latinoamericano (G1) del año último.

Pero a los cracks nunca hay que darlos por muertos, siempre hay que guardarles un boletito para ir a la ventanilla y apostar por su recuperación. Meses largos, duros, de incertidumbre; de no saber para dónde arrancar; de tener ganas de decir basta fueron los que pasaron alrededor del hijo de Sixties Icon.

Su recuperación ganando de forma estupenda el Gran Premio Copa de Oro (G1-2400 m, césped) este sábado en el Hipódromo de San Isidro no fue una casualidad, no fue una buena tarde y nada más. Tuvo una historia detrás. Fue el fruto de un trabajo estupendo, de un equipo que desbordó generosidad y grandeza para trabajar todos juntos hasta conseguir la foto buscada. La gente del stud, Alfredo Gaitán Dassié, su entrenador; Pablo Falero, su jockey; y los veterinarios César Valle y Pablo Rivera, conjugaron sabiduría, capacidad y sacrificio para un trabajo fabuloso. “

Tras su paso para el olvido por el Gran Premio General San Martín (G1) Sixties Song fue aliviado fue tiempo de barajar y dar de nuevo. El viaje a Inglaterra para correr el King George VI & Queen Elizabeth Stakes (G1) en Ascot durante 2017 había dejado secuelas en el campeón. El stress post viaje trajo úlceras, problemas hepáticos, un bazo dilatado, análisis negativos.

Nada se acomodaba. Pero “Coco” Valle, que lo conocía de chiquito por haberlo criado en el Haras Firmamento, pidió colaborar, todos aceptaron dejando vanidades o celos de lado en pos del bien común y allí empezó el cambio. Se modificó la alimentación de Sixties Song, se lo medicó para contrarrestar aquellos síntomas y se le dio un cuidado minucioso, con controles permanentes.

Ya en la semana Nicolás Gaitán, asistente de Alfredo, su padre, había advertido en Turf Diario que el caballo había vuelto a mostrarse como cuando era el mejor. Y en la cancha del norte lo ratificó con una gestión contundente y oportuna, pues ahora lo deja como uno de los máximos candidatos de cara al Pellegrini que se viene.

Pablo Falero mantuvo  a Sixties Song siempre a la expectativa, no demasiado lejos de lo que hacían al frente Italo Icon (Sixties Icon), Transónico (E Dubai) e Indio Hipólito (Indygo Shiner), que le pusieron ritmo a la carrera. Lo sacaba de arriba el zaino del Stud Savini al uruguayo, y daba la sensación de que era sólo cuestión de encontrar el lugar justo para atropellar como para que el campeón volviera a tutearse con las victorias de primer nivel.

Y así fue. Se hizo el claro, pasó Sixties Song y le puso candado a la carrera, cruzando el disco con 2 cómodos cuerpos sobre el siempre presente Stivers (Lasting Approval); a 1 largo, Indio Hipólito redondeaba una excelente gestió y llegaba tercero, medio cuerpo y cabeza por delante de Tiger Feet (Campanologist) y Balompié (Equal Stripes). Sexto, al anca, cruzó Crazy Icon (Sixties Icon), en una labor para seguir con detenimiento, en la que Juan Carlos Noriega lo cuidó cuando advirtió que el éxito no sería posible. El objetivo de su reaparición era llegar bien a diciembre; ojo entonces esa tarde si sigue sano.

Volvió Sixties Song; volvió el campeón. Volvió en el momento justo, para ser otra vez figura y sacar patente de candidato hacia el Pellegrini. Bienvenido, Sixties Song; todos lo estaban esperando.

[embedyt] https://www.youtube.com/watch?v=_PyNDRAZnio[/embedyt]