La hija de Cityscape aprovechó la libertad de la mitad de la pista para ganarle por pescuezo y 3/4 de cuerpo a Saragossa City y Garota Love sobre la milla de césped porteña

El césped del Hipódromo Argentino de Palermo suele ofrecer finales ajustados, empareja. El Clásico Contraventora (1600 m), la primera de las dos pruebas por encima del nivel que involucró el inusual jueves porteño, corrió por aquellos carriles, con tres yeguas dándolo todo de los 300 metros al disco.

Arriba, pudo más el empuje de Water City que, libre, consiguió superar por el pescuezo a Saragossa City (Seek Again), siempre por dentro e incómoda, con Garota Love (Cosmic Trigger) quedando tercera a 3/4 de cuerpo tras marcar el camino desde la partida.

En la misma cancha donde a mediados de febrero último se había quedado con el Clásico Blue Prize, aquella vez sobre 1200 metros, la hija de Cityscape preparada por Julio César Cascia para el Stud Don Leoncio fue pareja a la hora de atropellar en el derecho, empujada por Luciano Cabrera, que tuvo paciencia en su conducción, acercándola paulatinamente a partir de la última curva.

Saragossa City corrió más que bien y quizás con algo más de libertad podría haber ofrecido mayor resistencia, y otra que rindió a la altura fue Garota Love, que seguramente encontrará alguna victoria divertida en su futuro, aunque sobre la arena parece ser más. Del lado del debe quedó Coriane (Daniel Boone), quinta a 5 largos, para la que los clásicos siguen siendo una asignatura pendiente.

Cría del Haras Firmamento, que dio doblete en los clásicos del día, Water City tiene por madre a la generosa Cortina de Agua (Easing Along), que ya había producido al bueno de Cortinero (Cima de Triomphe), que en la pista del Sporting de Viña del Mar, en Chile, ganó en 2015 el Clásico El Estreno Nicanor Señoret (G2) y el Gran Premio Gonzalo Bofill de Caso (G2), y a Cortinera City (Cityscape), vencedora a los 2 y 3 años en Palermo, incluso en su debut.

Water City ya dejó de ser sólo una velocista y se lució en la milla, confirmando que en el césped rinde más, como su genética lo dice, y en el futuro puede volver a intentarlo en el plano de las pruebas de black-type. Seguramente no pasará ningún papelón.