Sufriendo un tanto por el desarrollo adverso, se quedó con el Turnbull Stakes (G1), en Flemington

FLEMINGTON, Victoria (Especial para Turf Diario).- Qué mejor manera de festejar su tercera consagración como Caballo del Año en Australia para Winx que con un triunfo; al fin y al cabo, parece haber sido creada sólo para eso: ganar. El mejor caballo del mundo según el discutible ranking de la Federación Internacional de Autoridades Hípicas lo hizo de nuevo, quedándose por segunda vez al hilo con el Turnbull Stakes (G1-2000 m, césped) en Flemington y quedando lista para ir en busca de esa marca que ningún ejemplar ha conseguido aún: levantar la copa del Cox Plate (G1) en 4 temporadas seguidas.

La hija de Street Cry volvió a correr fuerte en la recta para superar a casi todos sus rivales, aunque, justo es decirlo, no fue precisamente la victoria más fácil de su estupenda campaña. Por algún momento le temblaron las piernas a todos cuando la zaina pisó el derecho por dentro y con algunos adversarios por delante. Pero cuando Hugh Bowman le encontró la libertad tan buscada su aceleración diferente hizo el resto del trabajo.

Winx salió disparada y consiguió tomar contacto con la vanguardia a menos de 100 metros para el disco, cruzándolo con 1 cuerpo de ventaja sobre su compañera Youngstar (High Chaparral), que muy cerca estuvo de hacer realidad aquello de que no hay peor cuña que la del mismo palo. Al anca, Kings Will Dream (Casamento) fue tercero.

“La forma en que Hugh la corrió fue perfecta. Fue como para tomar el video e ir a la escuela de aprendices el lunes a mostrarlo. Si hay uno de los chicos que pueda montar un caballo así, habremos encontrado un genio”, declaró Chris Waller, entrenador de Winx. Bowman, en tanto, contaría luego: “Usualmente la monto con arrogancia, pero no fue el caso esta vez. No estábamos donde quería, pero tampoco tuve demasiadas oportunidades como para elegir. No era mi plan venir en el medio de todos los caballos, y cuando la presión fue aumentando no encontrábamos la forma de salir. Cuando faltaban 500 metros la carrera se puso lejos de nosotros, pero una vez que logré ir hacia afuera, detrás de Youngstar, mi confianza era muy grande”.

Para Winx fue el vigésimo octavo triunfo consecutivo, y el vigésimo primero de G1, ¿qué más se le puede pedir?

Daniel O’Sullivan, de TRB Horse Racing, un analista local, compartió en su cuenta de Tweeter un dato que dejará perplejos a todos: Winx corrió los primeros 800 metros del Turnbull en 50s82/100, y los últimos 800 en 43s98/100, lo que en cuerpos se traduce a ¡41! Sus 600 metros finales transcurrieron en 32s21/100 y de los 200 al disco echó impresionantes 10s87/100. Quizás en esos números se ponga en contexto la grandeza de una yegua maravillosa.

Diego H. Mitagstein

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