La yegua australiana se retira de las pistas este sábado en el Queen Elizabeth Stakes (G1) de Royal Randwick

Será un sábado raro el que se vivirá en Randwick, Australia. Un día de festejo, en parte, pero también de empezar a extrañar a una de las grandes figuras que la hípica mundial tuvo el placer de disfrutar en los últimos años.

Winx, la campeona, la imbatible, la imparable, le dirá finalmente adiós a las pistas, en una función que, se anticipa, hará explotar el hipódromo. Llega al final un desandar maravilloso, de infinidad de atropelladas a pura emoción para la hija de Street Cry. Y buscará tratar de saludar a sus miles de fanáticos como más le gusta, ganando, claro, cuando enfrente sólo 8 adversarios en el Queen Elizabeth Stakes (G1-2000 m, césped).

Winx irá por más récord, en pos de su trigésima tercera victoria consecutiva y de su vigésimo quinto lauro de G1, poniendo aún más lejos la vara para aquellos que intenten (de allí a que lo logren hay un largo camino…) alcanzar sus marcas.

De cara a su despedida, Winx enfrentó en las últimas horas un pequeño tropiezo y que, por fortuna, no terminó en problemas mayores. Después de su último trabajo, y cuando Chris Waller, su preparador, le quitó las orejeras, la yegua se puso muy nerviosa y empezó a saltar y arrojar patadas; por desgracia, una de ellas golpeó contra un cartel publicitario en la zona de la redonda de ensillar, causando enorme preocupación.

Los comisarios de la New South Wales Racing enviaron de inmediato los veterinarios oficiales para revisar a la campeona en la caballeriza de Waller en Rosehill. James Mizzi y Ross Alexander realizaron un estudio pormenorizado de Winx y que no arrojo ningún tema físico que pudiera complicar su actuación.

“Como sabemos y como podemos ver, es un caballo, con todo lo impredecible que son. Pero está muy bien, muy fresca, brillante y lista para su último desafío. Por supuesto que tuvimos una mañana más movida de lo que aguardábamos, con muchas cámaras a nuestro alrededor. La verdad que no debí quitarle las orejeras, pero quería que todos la pudieran ver sin ‘auriculares’. Pero tan pronto como lo hice se puso nerviosa. Pensando en el sábado, ojalá sea el final perfecta de un cuento de hadas”, comentó Waller a los medios.

Da la sensación de que Winx no tendría que tener problemas para ponerle el deseado broche de oro a su campaña. Happy Clapper (Teófilo) ya perdió infinidad de veces con la crack, y casi que le rinde una especie de homenaje en su adiós.

A la cancha también saltará Hartnell (Authorized), de Godolphin, viene de quedar tercero en la Doncaster Mile (G1) aquí en Royal Randwick, y otro de los nombres que intentará arruinar la fiesta es el de Harlem (Champs Elysees), dueño de la Australian Cup (G1) de Flemington en su salida más cercana.

Queda por hablar de He’s Eminent (Frankel), que en su debut australiano tras correr en Europa terminó como escolta de Avilius (Pivotal) en el Ranvet Stakes (G1) de Rosehill Gardens.

Todo está listo para la despedida de Winx y que, por supuesto, sea con una victoria de por medio, como ha sido una constante en su fantástica trayectoria.