El campeón argentino consiguió este sábado en Eagle Farm, Australia, su primer éxito en el exterior

ASCOT, Australia.- Dicen que todo tiene un final, que todo termina. Y la frase de la canción le cae como anillo al dedo al campeón argentino He Runs Away, que esta madrugada en Eagle Farm consiguió su tan buscado primer triunfo en el exterior.

Después de correr el UAE Derby (G2) en Meydan, Emiratos Arabes Unidos, y de un paso muy flojo por Hong Kong, el hijo de Heliostatic encontró aquí un mejor rendimiento, aunque entre varias oportunidades en que le tocó competir en cancha pesada y la mala suerte, los festejos se le venían negando.

Sin embargo, en el BRC Spring Carnival On Sale, una prueba de hasta 78 puntos de rating y con 2400 metros de recorrido en la grama, el Caballo del Año y Campeón 3 Años de 2016 en Argentina se sacó la mufa. Hubo un cambio fundamental para conseguir el ansiado resultado, y fue que esta vez corrió más cerca, encimando a los punteros y no aguardando en la retaguardia como lo venía haciendo.

El experimentado jockey Mark du Plessis entendió que para explotar mejor la atropellada del zaino no hacía falta dar tantas ventajas, y tuvo razón. He Runs Away alternó la tercera y cuarta colocación, y por los 700 metros su jinete lo tanteó para ver qué quedaba “en el tanque”.. El caballo aceleró y se arrimó y fue entonces tiempo de esperar la recta para avanzar abierto.

Ya frente a las tribunas He Runs Awat dominó y se mantuvo, cruzando el disco con 2 cuerpos de ventaja sobre el irlandés Fields of Yulong (Galileo) en la buena marca de 2m30s74/100. Preparado por Chris Waller y defendiendo los colores de Y H Yue, esta fue su undécima gestión en Australia.

Después de 1420 días sin ganar, precisamente desde que conquistó el Gran Premio Nacional (G1) sobre la arena de Palermo, He Runs Away consiguió volver a sentirse ganador, un premio al tesón, a la rusticidad y al corazón que le puso durante todo este tiempo. A no entregarse nunca, como un campeón.