El tordillo, consagrado Campeón Millero de 2021, sufrió en la partida la lesión en su anca izquierda

Está claro que la arena no es el fuerte de Zillion Stars, el tordillo que este martes fue consagrado como Campeón Millero de 2021 durante una nueva entrega de las Distinciones Carlos Pellegrini. Sin embargo, su actuación del sábado último en el Clásico Benito Villanueva (G2) de Palermo fue peor a cualquier previsión.

El hijo de Cityscape, que venía de imponerse en el Clásico América (G2), terminó noveno y último a 29 3/4 cuerpos del platense Nochero Querido (Most Improved), pero pasados un par de días se conoció el motivo de fondo de tan pronunciada debacle.

“En la largada el caballo se luxó el anca izquierda, por eso corrió tan mal. Ahora estará un mes y medio parado para luego empezar a entrenar nuevamente”, contó Pablo Sahagián, actual preparador del crédito del Stud Tinta Roja. Luego, amplió: “Es cierto que es pastero, que esa es su pista, pero tampoco podía correr tan mal en la arena”.

Son 4 hasta el momento las actuaciones que Zillion Stars cumplió sobre tierra, quedando fuera del marcador en cada una de ellas, siendo perdedor, en sus dos primeras salidas, en el Gran Premio República Argentina (G1)de la temporada anterior, y ahora en el Benito Villanueva.

Por el contrario, en el césped su récord es de 6 triunfos en 9 salidas, con 2 segundos y un cuarto cuando intentó sobre 2000 metros en el Gran Premio Miguel A. Martínez de Hoz (G1). Ganador del Gran Premio Joaquín S. de Anchorena (G1) y del Clásico Embrujo (L), ahora Zillion Stars no correrá hasta entrado el segundo semestre.

La única noticia que puede aliviar la bronca por el percance es que la categoría de los milleros en el césped recién tendrá una nueva carrera de G1 en octubre, con el Gran Premio San Isidro (G1), para luego, en diciembre, volver a entrar en acción el mencionado Anchorena.

Tiene justificativo veterinario, entonces, el último lugar del campeón en el Clásico Benito Villanueva, por lo que su gente se quedará algo más tranquila. Será cuestión de tener paciencia, cumplir los pasos de la recuperación y volver al ruedo. Cuando hay caballo, todo es más fácil.