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Ardiendo en la cima y The Great Racing en llamas para las 2000 Guineas

  • Foto del escritor: Turf Diario
    Turf Diario
  • 26 jul
  • 3 Min. de lectura

El G1 de este sábado en San Isidro reúne a varios de los mejores potrillos del momento sobre el césped, en una carrera imperdible


Ardiendo va por la ratificación en las 2000 Guineas / JUAN I.  BOZZELLO
Ardiendo va por la ratificación en las 2000 Guineas / JUAN I. BOZZELLO

Por Diego H. Mitagstein

Tarde estelar de carreras la que se vivirá este sábado en el Hipódromo de San Isidro. Lindas condicionales, agregados importantes en materias de apuestas y un atractivo triplete jerárquico componen un menú que entusiasma, más allá de que, pareciera, el clima no va precisamente a dar una mano.

Después de que las potrancas definan el Clásico Bayakoa (L) y que las yeguas se muestra en la milla del Clásico Eudoro J. Balsa (G3), los machos jóvenes tendrán por delante uno de los pasos más importantes del proceso selectivo del segundo semestre sobre pista de césped con el tradicional Gran Premio 2000 Guineas (G1), que desde 1980 hace hablar en el escenario del Jockey Club.

Con 12 participantes, pues ya se anticipa la baja del G3 Bolero Frank (Gidu), el proceso selectivo para los potrillos encuentra un turno que ayudará a terminar de darle forma al ranking, cuyo número uno, Ardiendo, estará en los partidores con la obligación de defender ese liderazgo.

El crédito del Stud San Isidoro saltó a los primeros planos con una resonante victoria en el Gran Premio Gran Criterium (G1), cuando se impuso por 3 cuerpos y medio pasando de largo en el derecho y rematando con solvencia, derrotando a un grupo poderoso y que, por ejemplo, incluyó a Drive Joy (Fortify), que luego iría a la arena de Palermo para bajarle el copete al mismísimo Amor de Contramano (Gouverneur Morris) y superarlo en el Gran Premio Estrellas Juvenile (G1).

Bajo idénticas circunstancias a las de su conquista el 25 de Mayo, el hijo de Remote continuó con un sólido andar cada mañana y aquí le ofrece revancha a Es Por Amor (Strategos), que lo escoltara en el Criterium. Atendido por Juan Saldivia, el tordillo bajó luego a los 1400 metros y al plano condicional para alcanzar su primera victoria válida (se impuso debutando por una cuadra, pero fue distanciado por tratamiento), por 5 largos.

El principal rival para el candidato es otro pupilo de Saldivia, The Great Racing, de los colores del Stud Patria Blanca y que viene de hacer hablar a todos. Escolta de Uncle Moi (Uncle Mo) en su primera muestra, el vástago de The Great Day dio espectáculo hace 36 días, prevaleciendo por inusuales 14 cuerpos en la milla local, haciendo galope largo. Semejante contundencia invita a soñar en grande con el zaino, que ahora deberá mostrar los puntos que calza en otro nivel.

Haberle ganado a The Great Racing le da a Uncle Moi su lugar entre los máximos aspirantes, encabezando una sólida dupla para el Stud-Haras Firmamento, pues jugará en equipo con Real Rim (Remote), que, antes de fallar inesperadamente en el Gran Criterium, había escoltado desde 1 cuerpo a su socio Drive Joy en el Clásico Raúl y Raúl E. Chevalier (G2), delante del ahora G3 Liberto (Hurricane Cat).

Pero hay más, porque Pablo Sahagián parece haberle encontrado el punto justo a Forgging (Forge), otro de los ganadores duales del lote, y que viene de una excelente victoria condicional, alentando expectativas fuertes.

Y también por la presencia de Full Keynote (Full Mast), ganador del Antártida Argentina (L), cuarto en el Chevalier y en el Gran Criterium y que cuenta con un elevado concepto en el Stud-Haras Gran Muñeca, como para que no sea sorpresa para nadie verlo prendido en los momentos definitorios.

Con el empuje de victorias entre perdedores que entusiasmaron  llegan a las 2000 Guineas Hi Mohmix (Hi Happy), Have Fun (Fortify) y Cortocircuito (Strategos), mientras que The Great Wells (The Great Day) fue quinto en el Criterium tras llevarse en su estreno el Clásico José B. Zubiaurre.

El platense Piñazo (John F Kennedy), fresco tercero en el Clásico Pedro Goenaga (G3), termina de darle forma a un lote de potrillos que entusiasma con proporcionar un espectáculo de nivel, como para que la ida a San Isidro valga la pena.

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