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Awesome Hawaiian, el caballo rescatado que devolvió el cariño con un triunfo

  • Foto del escritor: Turf Diario
    Turf Diario
  • hace 1 día
  • 3 Min. de lectura

El hijo de Awesome Bet fue comprado en 1000 dólares por el equipo del Resolute Racing en un campo para caballos abandonados; fue puesto en entrenamiento y debutó ganando en Churchill Downs...


Irad Ortíz Jr. festejó con Awesome Hawaiian como si fuera un G1 / RESOLUTE RACING
Irad Ortíz Jr. festejó con Awesome Hawaiian como si fuera un G1 / RESOLUTE RACING

La de Awesome Hawaiian es una de esas historias que trascienden los resultados y que devuelven a la hípica su costado más noble. Lo que sucedió el miércoles 12 de noviembre en Churchill Downs probablemente importe poco en términos estadísticos: una carrera de claiming de 30.000 dólares y un triunfo por 2 cuerpos en 1m11s75/100. Pero lo verdaderamente significativo ocurrió mucho antes de que el zaino asomara a la pista… y también después.

Hijo de Awesome Bet y vendido de yearling por apenas 1000 dólares en Louisiana, su destino parecía sellado cuando terminó -junto a otros dos potrillos- en un feedlot, esos depósitos donde se amontonan caballos sin dueño ni futuro. Que 3 juveniles de pura sangre aparecieran allí generó revuelo en redes, y una publicación llegó al teléfono de Sarah Stewart, directora de marketing de Resolute Racing.

El resto es casi un cuento: sin lograr comunicarse con su padre, John Stewart, fundador del equipo, Sarah y Chelsey Stone Stewart decidieron actuar por su cuenta y pagar el rescate. “Lo hacemos y después pedimos perdón”, dijeron. No hizo falta: John apoyó la decisión de inmediato. Aquellos tres yearlings -bautizados Ed, Edd y Eddy- pasaron apenas dos días allí antes de ser trasladados al haras del equipo en Midway, Kentucky.

Allí los tomó Summer Harris, coordinadora del programa de rescates. Los potrillos estaban en buen estado físico, aunque con las lógicas secuelas de haber sido abandonados. Dos de ellos no tendrían futuro en las pistas y hoy aguardan un destino como caballos deportivos o integrantes del equipo de trail. Pero Awesome Hawaiian, desde el primer momento, mostró otra cosa. En WinStar llamó la atención por su disposición, superó la aprobación veterinaria y ganó su oportunidad de entrar en el sistema.

El elegido para prepararlo fue Will Walden, que también sabe lo que significa una segunda oportunidad en la vida. Walden se encontró con un caballo trabajador, “como un perro bóxer, siempre atento, siempre listo”, contó. Sin un pedigree rutilante y siendo Louisiana-bred, el entrenador buscó un punto lógico para debutar. Ni 20.000 ni 50.000; 30.000 era el precio justo. Era, quizá, la única bala.

Y la bala dio en el blanco. Con Irad Ortiz Jr. en sus riendas, Awesome Hawaiian salió a correr como si supiera que había mucho más en juego que una simple carrera por plata. Defendió la punta, resistió cada ataque y se fue al disco con determinación. En la tribuna, el equipo de Resolute celebraba como si se tratara de un G1. Porque, en esencia, lo era.

“Mi objetivo era solo verlo llegar a la pista”, dijo Sarah, emocionada. “Podía llegar último y yo iba a estar igual de orgullosa. Este caballo tiene corazón”. John Stewart, a su lado, entendió que el momento trascendía lo deportivo: “Es una manera de mostrar el valor del trabajo de rescate. Estos caballos aún pueden demostrar mucho”.

La historia tuvo, sin embargo, un giro más: Awesome Hawaiian fue reclamado por el equipo de Joe Sharp y Larry Romero. “Vamos a ver quién lo llevó y trataremos de recomprarlo”, deslizó Stewart. No suena a despedida. Y el hombre, cuando se pone objetivos...

Porque algunas victorias de un caballo de carreras no se miden en tiempo ni en pesos, sino en lo que representan. Y la de Awesome Hawaiian, del feedlot al círculo de ganadores, es una de esas que agrandan la hípica y recuerdan por qué este deporte sigue siendo capaz de emocionarnos como el primer día.

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