Candy Cure fue pura furia al pisar la recta para llegar a la victoria en el Clásico Giovanetti
En su undécimo intento dentro del plano jerárquico, llegó el momento de festejar para el generoso Candy Cure, cuya atropellada tuvo una llamativa efectividad en el Clásico Adolfo Giovanetti, la prueba central de la jornada de este miércoles en el Hipódromo de San Isidro y que se disputó sobre 1200 metros en la pista auxiliar de arena.
Cargando intermedios 55 1/2 kilos, el hijo de Señor Candy fue una tromba al pisar la recta, pasó de largo y le puso candado a su victoria, en un movimiento tan espectacular con acertado por parte del jockey William Pereyra, que concretó doblete en los turnos centrales, pues un rato antes había vencido con Amiguita Gina (Todo Un Amiguito) en el Handicap Rafale (que se comenta por separado en esta misma edición).
Con The Best Hit (Hit It a Bomb, 57) corriendo adelante, Candy Cure quedó de los últimos en la primera parte del desarrollo, empezó a mejorar bien abierto en la curva y rápidamente salió en busca del puntero al llegar el derecho. Tardó nada en dominar, sacó ventajas y se terminó la carrera, pues tuvo la capacidad de mantener el ritmo hasta el final.
En la meta, el defensor de la caballeriza La Fábrica terminó con 2 cuerpos de ventaja sobre Chazki (Cityscape, 58), que mejoró su imagen respecto a su última gestión, con el favorito Secreto Boy (Suggestive Boy, 58) quedando tercero a 1 largos más, sin poder arrancar con la fuerza que hace unas semanas le había permitido vencer en el Clásico Juan Lapistoy. The Best Hit, agotado, terminó cerrando la marcha.
Después de 1m10s10/100, Candy Cure dio el golpe, para felicidad de Conrado Linares, su entrenador, y redondeó el quinto impacto de su campaña con un total de 23 carreras corridas, llegando a los 6.673.300 pesos en premios. Criado por el Haras Vikeda, el alazán tiene por madre a Lucky Cure (Lucky Roberto), una hermana materna de la destacadísica Blues for Sale (Not for Sale), la madre de las campeonas Blue Prize (Pure Prize) y Blue Stripe (Equal Stripes), todos en la familia materna del inolvidable Southern Halo (Halo), para muchos, el mejor padrillo en la historia del turf nacional.
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