Carlos Heller, Don Alberto y el sueño chileno que busca gloria en el Preakness con Journalism
- Turf Diario
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El criador recuerda cómo nació el proyecto en Kentucky, los errores, los logros y la ilusión de ganar una gema de la Triple Corona con su zaino

Por Diego H. Mitagstein
La versión 2025 del Preakness Stakes (G1), segunda escala de la Triple Corona en los Estados Unidos, y que se disputará esta tarde en Pimlico, tendrá color sudamericano, chileno, para ser mucho más precisos.
En los partidores estará Heart of Honor (Honor A.P.), hijo de la recordada Ruby Love (Scat Daddy), ganadora del Arturo Lyon Peña (G1), sobre el césped del Club Hípico de Santiago, y también dará el presente Raúl Mena, el jockey trasandino que hará su debut en la carrera con Pay Billy (Improbable), la gran esperanza local y que viene de ganar consecutivamente en Private Terms Stakes (L) y el Federico Tesio Stakes (L).
Pero el punto más potente para nuestra parte del mundo llegará con el favorito Journalism (Curlin), segundo en el Kentucky Derby (G1) y que fue criado en Lexington por el Don Alberto Stable, la cabaña del chileno Carlos Heller y de Liliana Solari Falabella, su madre, y que también mantiene un importante porcentaje de su propiedad.
El emprendimiento está en el pináculo de su trayectoria, cuando se cumplen apenas 12 años de su desembarco en el norte para cumplir el sueño de competir en el máximo nivel.
Heller recuerda como empezó todo: "¿Qué nos llevó a Estados Unidos? La belleza de Kentucky. Siempre teníamos la oportunidad de visitar ciertos haras para ver los padrillos, cuando se abrió la posibilidad de tener esos arriendos al hemisferio sur. Scat Daddy iba a ir a la Argentina,y compré dos yeguas para servir con él, porque queria tener sus crías; a la par, habíamos adquirido otras 3 yeguas en Estados Unidos y las teniamos alojadas en Hill'n'Dale, en el campo que ahora es nuestro. Finalmente, Scat Daddy no viajó y optamos por servir las otras 3 madres en los Estados Unidos con el caballo. En una de las visitas vimos que, en frente, Vinery estaba en venta, e inmediatamente pedí visitarlo.
"Me encontré con la muy mala sorpresa que estaba vendido a un inversionista de otro país. Ubiqué a un corredor de propiedades allá, una persona que estaba viendo esto, y me dijo que era imposible, que estaba todo está firmado. Le dije que si se caía le hicieran saber al dueño estaba dispuesto a pagar el precio full que pedían.
"De golpe se cayó, me tomé el primer avión que conseguí y lo compramos. Todo lo hice muy callado, mi madre no sabía nada, y logramos cerrar el negocio. Entonces la invité a Kentucky diciéndole con un engaño que estábamos invitados por un veterinario a mirar ciertos caballos y técnicas nuevas para criar. Partió mi mamá conmigo, llegamos al campo, entramos a la casa, y le llamó la atención que hubiera una niña con una chaquetilla naranja nuestra, una bandeja de copas de champán. Ella me dice, 'Oye, esta gente tiene la delicadeza de ponerse la chaquetilla, ¡qué bien recibidos estamos! Entonces le dije: 'Mamá este campo es tuyo'. Casi se muere, no lo podía creer. Ahí empezó nuestra aventura", finaliza el relato, en la jugosa entrevista que ofreció al programa Objetivo Breeders' Cup.
El camino desde aquella sorpresa hasta esta esperanza con Journalism no fue fácil, y el mismo Heller reconoció que cometieron varios errores. "Todo el mundo cree que es tener una yegua, ponerle Tapit, Justify o Curlin y vas a vender caro, tener el campeón, pero nos dimos cuenta de que no era tan así la cosa", explica.
Luego, agrega: "Entonces empezamos a conocer el mercado, a los consignatarios, a quienes compraban. Si hasta quitamos el Don Alberto de nuestras consignaciones porque en ese tiempo nos jugaba en contra... Pero luego todo empezó a cambiar. ¿Por qué? Porque empezamos a trabajar como trabajan ellos, a hacer las cruzas que había que hacer, darle las yeguas los padrillos que tenían que ir, con los precios que correspondían, buscar las yeguas que le gusta al americano... Otro error fue comprar yeguas europeas de gran pedigree pensando que era la panacea... Entonces hubo que empezar a cambiar yeguas, a esperar, y así empezó un poco la historia de Don Alberto, que hoy día siento que es un mercado espectacular el de los Estados Unidos, pero hay que conocerlo, hay que estar ahí".
Arcangelo (Arrogate) le dio grandes triunfos a Don Alberto, como el que alcanzó en el Belmont Stakes (G1), hace un par te temporadas; Unique Bella (Tapit) también ayudó al crecimiento de la cabaña, al igual que Muth (Good Magic)...
"Todos esos logros nos enorgullecen", explica Heller, para luego agregar: "Si me hubieran dicho alguna vez si pensaba estar entre el top 100 de los criadores en USA, te regalaba un pastel. Pero hoy día imagínate estar en el top 5, detrás de Godolphin, por sobre WinStar, luchando con Stonestreet.... Pero requiere mucha dedicación, mucho trabajo y mucho amor por los caballos de carrera".
Journalism es parte de una sociedad de propietarios grandes, una modalidad que se está utilizando muchísimo por estos días en el norte. "Eso fue muy inteligente Porque si ves la media de los precios, es más bajas que antes, o más pareja. Antiguamente había grandes precios que se disparaban. ¿Por qué? Porque estaban uno, dos, tres, cuatro personas peleando más o menos por los mismos caballos y hacían subir el valor. Ellos con la inteligencia que tienen, se juntaron y dijeron, compremos en vez de dos cada uno, 25 entre todos, y así vamos a tener la posibilidad de ir sacando lo que es rentable, que son reproductores y buenas yeguas madres para poder colocarlas en las ventas después. Y ahí nacieron estos consorcios, grupos, y dentro de esos grupos hay subgrupos. Nosotros somos parte".
Ya sobre Journalism y sus sensaciones de poder correr carreras tan importantes con un ejemplar al que criaron, confiesa: "Es maravilloso poder llegar a estas instancias bajo estas circunstancias. A veces hay que tener un poco de suerte también. Nos quedamos en un porcentaje de este potrillo. Un tremendo caballo y del que elegí su madre en su momento -Mopotism (Uncle Mo), que me encantaba, de un tremendo impresionante y un excelente pedigree. El potrillo fue muy bien vendido, y al final nos quedamos en un 25 por ciento a petición de los compradores, en este caso me lo dijo Mike McCarthy".
Sobre la decisión de correr el Preakness Stakes tras la actuación de Journalism en el Derby, Carlos Heller explica las razones, con detalles interesantísimos: " Todos los dueños estábamos de acuerdo en correrla, pero respetamos mucho que el preparador decidiera el sábado último si sentía que estaba en condiciones de hacerlo. Estábamos todos muy ansiosos, por muchos motivos. Coolmore adquirió sus derechos reproductivos, y cuando se vende un caballo hay un precio global, pero además te van poniendo ciertos premios por cada carrera ganada y corrida. Nos dimos cuenta de que en el contrato nuestro había un premio muy bueno por el Kentucky Derby, que lamentablemente quedó fuera. Pero también hay una muy fuerte recompensa por el Preakness, pero el premio que tiene el Belmont está condicionado a que haya ganado o el Kentucky Derby o el Preakness. Por lo tanto, si no corríamos esta carrera, quedábamos fuera de cualquier bono. De todas formas, siempre privó que estuviera en condiciones físicas de hacerlo".
Dice el criador que "Viendo la cantidad de nacimientos que hay en los Estados Unidos, llegar a estar entre los 20 del Kentucky Derby, o entre los 9 que van a correr el Preakness, ya es un honor, así que vamos a pelearla, vamos a tratar de hacer una mejor carrera esta vez y a ver si nos llevamos a ese triunfo que estamos esperando, una de las etapas de la triple americana".
Se nota el entusiasmo y la ilusión de Carlos Heller en la previa de una carrera tan importante como el Preakness y que tiene en "su" Journalism al máximo candidato. Son muchos años de esfuerzo, una inversión gigante y que, más allá de las cuestiones y variables económicas, se pagaría sobradamente con una foto en la que el zaino cruce esta tarde el disco adelante en Pimlico...
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