Comparando los datos de enero de 2025 con los años anteriores, la disminución en la actividad es otra señal de alerta

Por Diego H. Mitagstein
Suele decirse que enero es de tránsito para la hípica, con mucha gente aprovechando para tomarse unas merecidas vacaciones. Sin embargo, los datos que arrojó el mes último en materia de carreras organizadas y de caballos que compitieron resulta realmente alarmante si se lo compara con lo ocurrido durante el mismo período de 2024 o, aún peor, si se va más atrás en el tiempo.
El primer pedacito de 2025 tuvo 378 competencias oficiales por total, en las que participaron 2779 ejemplares, mientras que en 2024 habían sido 329 pruebas con 2744 corredores, con el detalle que, por diferentes cuestiones se perdieron 5 jornadas de acción en el calendario anterior (la mayoría en La Plata), lo que, promediando 11 turnos y 10 caballos en cada uno de ellos, hace que los datos más frescos muestren una baja en los dos ítems, sobre todo en el que refiere a la cantidad de elementos que fueron de la partida
En 2023, en tanto, fueron 441 pruebas las que se resolvieron, con 3164 competidores y, si se viaja hasta 2015, habían sido 466 largadas con 3707 protagonistas. Aquí si las diferencias son bastante más sensibles.
Para tener una visión más amplia, se detallan debajo las carreras corridas y ejemplares participantes desde 2013:
2013: 457 / 3891
2014: 438 / 3452
2015: 466 / 3707
2016: 452 / 3661
2017: 447/ 3794
2018: 421/ 3474
2019: 452 / 3645
2020: 437 / 3529
2021: 413 / 3364
2022: 361/ 2789
2023: 441 / 3164
2024: 329 / 2744
2025: 378 / 2779
Los datos se llevan perfectamente con el número de nacimientos, que también declinaron sobremanera en los últimos años (entre 2023 y 2024, un altísimo 13 por ciento), y con casi la mitad de caballos criados que hace 20 años, resulta lógico que a los hipódromos les cueste armar la misma suma de carreras y mantener un registro alto de participantes.
Si vamos al promedio de caballos que corrieron por carrera, en enero de 2025 fue de 13,6, contra el 11,9 de 2024 y el 13,9 que se dio en 2023. Los años previos, la variación estuvo entre 12,1 y 12,5.
Si se habla de premios, los principales hipódromos nacionales repartieron $ 2.154.173.948 (US$ 1.795.145), casi el triple de lo que se puso en juego hace 12 meses, cuando se ofrecieron recompensas por $ 717.641.119, unos 626.761 dólares de ese momento.
Comparando con enero de 2019, prepandemia, se distribuyeron 100.689.824 pesos (US$ 2.836.333) y, nuevamente con 2015, los premios estuvieron en el orden de los 42.987.318 pesos, US$ 3.184.246. Es evidente la pérdida en el dinero constante, como casi todo en la Argentina, donde es un misterio cómo la inflación no causó más daño aún del ya conocido, con niveles estratosféricos.
Febrero seguramente llegará con cifras similares o peores, ya que se vienen observando programas pequeños y con baja cantidad de participantes, como para acentuar el momento de preocupación en el que muchos de los indicadores no ofrecen señales de las buenas, y no solo aquí, sino en varias otras potencias a nivel mundial.
La hípica está en una etapa complicada, necesitada de una reactivación en varias de sus filas.
A eso sumale que de cada 10 carreras condicionales, 7 son alternativas (sin ningún tipo de restricción para participar)