En su despedida de Ascot y de las pistas inglesas, el jockey italiano estuvo maravilloso para guiar a King of Steel al triunfo en el trascendente QIPCO Champion Stakes (G1)
Fue uno de los momentos más emocionantes que se recuerden en la historia reciente del turf mundial. En su última aparición en Ascot, el italiano Frankie Dettori le puso el moño a una trayectoria fantástica en las pistas inglesas con una victoria en el QIPCO Champion Stakes (G1-2000 m, césped) en las riendas de King of Steel, el buen potrillo del Amo Racing y que por fin llegó a la gloria en una prueba de máxima escala, dándole también una alegría al turf sudamericano, pues fue criado por el Bonne Chance Farm, la cabaña de intereses brasileños de Lexington, en Kentucky.
Ni el más hábil director de cine hubiera podido imaginar un guión semejante para la despedida del astro italiano, que abrió el Champions Day con una victoria increíble sobre Trawlerman (Golden Horn) en el Long Distance Cup (G2) y que terminó dibujando una conquista maravillosa con King of Steel, atrapando cuando el disco estaba al alcance de la mano a la potranca Via Sistina (Fastnet Rock), con esa muñeca que, pese al paso de tantos años, nunca pierde la magia.
Todo lo que vino después fue el marco perfecto, con Frankie saludando a la afición, mientras los fanáticos cantaban a toda voz, coronando la tarde recibiendo los trofeos junto con su familia y llevándose a su casa como recuerdo la campana del Champions Day.
"Mis emociones se desparramaron por todos lados, me cuesta creer lo que estoy viviendo. El público nos hizo ganar en la línea, conmigo haciendo todo mi esfuerzo en medio de un sentimiento increíble. Les quiero agradecer a todos ellos, porque me hicieron ganar y eso es fantástico. Los amo, es un guión de Hollywood, los amo", exclamó el ídolo máximo de la fusta a nivel interplanetario como sus primeros reflejos tras la conquista.
King of Steel, el mismo que había sido segundo de Auguste Rodin (Deep Impact) en el Epsom Derby (G2) y que había lucido en Royal Ascot, se quedó con un triunfo que durante muchos momentos pareció le iba a resultaro una vez más esquivo.
Dettori lo dejó último y ya desde la curva final tuvo que empezar a empujarlo sobre un terreno alterado y bravísimo. Lo buscó abierto una vez en la recta y el zaino no arrancaba, pero por los 300 metros las ilusiones crecieron y descontando paso a paso pudo con la notable Via Sistina con la última pizca de energía propia y de su jockey, que, a sabiendas de que era el último esfuerzo, lo dio todo.
A 2 3/4 cuartos cuerpos del favorito, Horizon Dore (Dabirsim) terminó tercero, delante de Point Lonsdale (Australia) por la cabeza, dentro de un Champion Stakes que finalmente no contó con la presencia de Mostahdaf (Frankel), baja por el estado del terreno y que ahora podría animar el Breeders' Cup Turf (G1) de Santa Anita Park.
"El caballo vino siempre incómodo, y no lo podía poner a correr de firme, pero se fue poniendo más cómodo. Cuando Via Sistina aceleró se nos fue un poco, pero encontramos un segundo aire, y con el empuje de todos alcanzamos el objetivo. Fue el final de en sueño en Ascot, mi casa", cerró Frankie, emocionado hasta las lágrimas.
Preparado por Roger Varian, hijo de Wootton Bassett y Eldacar (Verglas) cerró una gran temporada con ese triunfo merecido, transformándose en actor central de un Champions Day que siempre será recordado como ese en el que Frankie Dettori cerró como si el guión estuviera escrito para él. Inolvidable, único, maravilloso, emocionante...
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