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Further Ado elevó a Gun Runner: 50 ganadores clásicos para el mejor hijo de Candy Ride

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    Turf Diario
  • hace 5 horas
  • 3 Min. de lectura

La victoria del potrillo en el Kentucky Jockey Club Stakes (G2) de Churchill Downs le permitió al padrillo quebrar rápidamente una barrera de las grandes


Gun Runner, el mejor continuador de Candy Ride / THREE CHIMNEYS FARM
Gun Runner, el mejor continuador de Candy Ride / THREE CHIMNEYS FARM

Por Diego H. Mitagstein

La maquinaria genética de Gun Runner sumó este sábado otro hito que lo confirma como uno de los grandes padrillos con base en los Estados Unidos y, sobre todo, como el más poderoso continuador de la línea paterna del crack argentino Candy Ride. El impecable alazán que sirve en Three Chimneys alcanzó su ganador clásico número 50, cifra notable considerando que apenas cuenta con 6 generaciones en edad de correr. El número redondo llegó gracias al firme triunfo del potrillo Further Ado en el Kentucky Jockey Club Stakes (G2) de Churchill Downs, una carrera que históricamente funciona como un trampolín hacia el Kentucky Derby (G1) de 2026.

Para Gun Runner, cada fin de semana parece sumar una postal nueva. No solo produce calidad: produce precocidad, fondo, regularidad y durabilidad, los cuatro pilares que definen a un verdadero líder de padrillos. Y Further Ado, con apenas 2 años, aportó exactamente ese perfil al dominar en los 1700 metros de la tradicional competencia, mostrando madurez de caballo hecho.

El pupilo de Brad Cox -uno de los entrenadores que mejor ha interpretado el manual de Gun Runner- corrió como si tuviera oficio de sobra: se acomodó detrás del ritmo, atacó con convicción en la recta y fue empujando su calidad hasta despegarse con solvencia. No solo sumó puntos vitales rumbo al Derby, sino que también confirmó que, cuando un hijo de Gun Runner gana en Churchill Downs, suele haber que tomar nota.

El linaje ayuda a entenderlo. Desde su primera camada, Gun Runner se afirmó como un fenómeno reproductivo cargando sobre los hombros el legado del invicto Candy Ride, el caballo que cambió la historia reciente de la industria en los Estados Unidos. Primero con Twirling Candy y Sidney’s Candy, después con la explosión de Gun Runner, y ahora con una descendencia que amenaza con llevar esa línea a territorios que ni siquiera el mismísimo Candy Ride pudo imaginar.

Los números impresionan: en apenas unos años, Gun Runner ya produjo campeones como Echo Zulu, Gunite, Taiba, Early Voting, Society, Locked, Wicked Halo, entre muchos otros. Sus productos ganan en la milla, brillan en la arena, responden en la grama, compiten a los 2 y sostienen campaña a los 4 o 5 años. No se trata de un padrillo de moda. Es de élite global, de esos llamados a marcar época.

Further Ado no será, quizás, el más rutilante de la tropa -al menos, por ahora-, pero tiene algo que suele sobrarles a los hijos de su padre: proyección. Su forma de correr, su modo de sostener la acción, el remate largo, el físico poderoso… todo apunta a que los 2000 metros del Derby son, al menos, un sueño posible.

Para la industria norteamericana, el dato de los 50 ganadores clásicos exhibe que Gun Runner juega ya en otra liga. Para el turf sudamericano, tiene un sabor aún más especial: cada victoria es una estampilla más del legado genético de Candy Ride, ese caballo criado los campos bonaerenses y que terminó moldeando la velocidad y el fondo del siglo XXI.

Solo en 2025, Gun Runner ganó el Breeders' Cup Juvenile Fillies (G1) con Super Corredora; el Del Mar Futurity (G1) con Brant; el Whitney Stakes (G1) con Sierra Leone; el Santa Anita Handicap (G1) con Locked, y siguen los nombres...

Años atrás, un hijo de Candy Ride recibió más de un grito de sorpresa por animarse a correr en la élite. Hoy, sus nietos ya no sorprenden a nadie: se espera que ganen. Y Gun Runner, con 50 hijos ganadores clásicos en el bolsillo, sigue escribiendo -con autoridad- una historia que recién comienza.

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