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Juan Carlos Noriega, 4500 emociones y una Estrella que nunca deja de brillar

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    Turf Diario
  • hace 1 día
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El jockey cordobés celebró una nueva marca formidable en su carrera y volverá a ser figura este sábado en Palermo, donde ganó como pocos en la serie


Juan C. Noriega con Paolo y Guido, y sus 4500 triunfos... / JUAN I. BOZZELLO
Juan C. Noriega con Paolo y Guido, y sus 4500 triunfos... / JUAN I. BOZZELLO

Por Diego H. Mitagstein

Por más que el almanaque se esfuerce en contar los días, Juan Carlos Noriega sigue siendo ese mismo muchacho de El Crespín que soñaba con ser jockey y que, a fuerza de talento, sacrificio y una vigencia asombrosa, se convirtió en uno de los nombres más importantes en la historia del turf argentino. Esta semana, Chupino alcanzó un nuevo hito: su victoria número 4500. Y como tantas veces, no hizo falta un escenario deslumbrante ni una carrera de grupo para que esa cifra enorme cobrara el valor que realmente tiene: el de una vida entera dedicada al oficio de correr.

Pero si se trata de escenarios importantes, Juan Carlos Noriega sabe, y mucho. Este sábado, volverá a estar presente en el Hipódromo de Palermo como uno de los protagonistas centrales de una nueva edición de las Carreras de las Estrellas, ese festival que desde hace 35 años reúne a los mejores caballos del país y a los jockeys más destacados. Y allí, Noriega no sólo ha sido habitual animador, sino también una leyenda viviente: nadie en actividad ganó más competencias en la serie que él, y si de triunfos emblemáticos se habla, el Estrellas Classic (G1) lo tiene como el amo y señor.

En seis ocasiones, el cordobés cruzó adelante el disco en la prueba más importante de la jornada: la primera, en 2003 con Manpower (Southern Halo), sobre el césped de San Isidro; la segunda, en 2007, con una verdadera máquina de correr como Fairy Magic, también hijo del crack del Haras La Quebrada. Ocho años más tarde, en 2015, el turno fue para Quiz Kid (Forestry), y de ahí en más el dominio fue casi absoluto: Saltarín Dubai (E Dubai) en 2016, Crazy Icon (Sixties Icon) en 2017 y Dandy del Barrio (Violence) en 2019. Un póker extendido, que habla tanto de la continuidad de su excelencia como de la confianza que entrenadores y propietarios depositan en sus manos.

Más allá de los nombres, las estadísticas o los recuerdos que atesora la memoria, Noriega representa mucho más que un jockey exitoso. Es, para muchos, el modelo del profesional completo. El que nunca bajó los brazos. El que siempre mantuvo la humildad intacta y la ambición encendida. El que se reinventó para mantenerse vigente cuando los tiempos cambiaban, y las nuevas generaciones pujaban por su lugar.

Con 4500 carreras ganadas en el lomo y un sinfín de clásicos de por medio, la motivación sigue siendo la misma. Este sábado, Noriega se subirá a Oleguer (Equal Stripes) en el Estrellas Classic, con la intención de volver a ser protagonista. El pupilo de Roberto Pellegatta y Juan Saldivia fue segundo en el Gran Premio Nacional (G1) del año pasado detrás de Cuan Chef (Daddy Long Legs), y aunque no tuvo un buen regreso en el Gran Premio República Argentina (G1) ganado por Need You Tonight (Hat Ninja), ahora llega con mejor preparación y con el objetivo de revancha.

“Oleguer es un caballo de calidad, y sabemos que lo que hizo en el Nacional no fue casualidad. En el República quizás sintió la reprise y el desarrollo no lo ayudó, pero ahora está más firme. Vamos a dar pelea”, dice el jinete, que conoce como pocos el terreno que pisa. Y con razón.

Las Carreras de las Estrellas también han sido, en buena parte, el espejo de su trayectoria. Porque lo vieron crecer, consagrarse y reinventarse. Porque lo pusieron frente a frente con los mejores y lo vieron salir airoso una y otra vez. Porque cada edición parece tenerlo en escena, ya sea ganando o acariciando la gloria. Y eso, claro, no es casualidad.

A los 51 años, y después de haber montado caballos históricos como Potrizaris (Potrillazo), Basko Pintón (Engrillado), Expressive Halo (Halo Sunshine), Il Mercato (Not for Sale), Dr. Ciro (Engrillado), y de ganar  4 veces el Nacional y 3 el Pellegrini, Juan Carlos Noriega no necesita demostrar nada. Pero su fuego interior no se apaga. Como si cada triunfo fuera el primero. Como si cada sábado en Palermo o San Isidro fuera una página nueva por escribir.

En un tiempo donde las figuras aparecen y se van con velocidad, Noriega permanece. Y lo hace con la dignidad de los grandes, con la pasión intacta y con la certeza de que su nombre, hace rato, forma parte de la historia grande del turf sudamericano.

Este sábado, cuando se abra el partidor del Estrellas Classic, quizás, una vez más, la emoción tendrá nombre y apellido: Juan Carlos Noriega.

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