Sovereignty y el triunfo en el Derby que Godolphin soñó desde siempre

Con el jockey venezolano Junior Alvarado en sus riendas, el hijo de Into Mischief venció con solvencia al favorito Journalism y le dio al Sheikh Mohammed el éxito que tanto esperaba; gran tarde en Churchill Downs para el turf sudamericano

Sovereignty y Junior Alvarado, en su hora de gloria / CHURCHILL DOWNS

Por Diego H. Mitagstein

La historia fue así: un potrillo montado por un jockey venezolano le ganó en la edición 151 del Kentucky Derby (G1-2000 m, arena, US$ 5.000.000 de bolsa) a otro criado y en parte propiedad de un haras chileno, dándole gloria a nuestra parte del mundo en la carrera más importante del año en los Estados Unidos.

Sovereignty fue el nombre del día en el lluvioso sábado de Churchill Downs, sobreponiéndose a una cancha durísima con Junior Alvarado luciendo en sus riendas para batir ante más de 140.000 espectadores a un favorito que respondió a lo grande como Journalism, del Haras Don Alberto y con el italiano Umberto Rispoli up.

Fue, también el tercer paso en un fin de semana de gloria para Godolphin, pues el hijo de Into Mischief cumplió la visión del Sheikh Mohammed de alzar el trofeo del primer paso de la Triple Corona del norte, un viejo sueño de la divisa real y que llegó en un fin de semana maravilloso para todo su equipo pues, el viernes, allí mismo, Good Cheer (Medaglia D'Oro) le daba el Kentucky Oaks (G1), y en la mañana del sábado la chaquetilla sumaba con Ruling Court (Justify) llevándose las Betfred 2000 Guineas (G1) de Newmarket, en Inglaterra.

¡Viva Venezuela!, exclamó Junior cuando lo entrevistaron mientras todavía estaba montado en Sovereignty, sin poder creer lo que estaba viviendo, lo que había logrado. Un tipo sencillo, generoso y amable, llegaba a su hora de gloria y, en medio de la euforia, su humildad destacó: "Le agradezco a Bill Mott -el entrenador del potrillo- y a todo el equipo de Godolphin, que confiaron en mí y me dieron la seguridad y confianza para lograr todo esto".

Y vaya vuelta del destino la que vivió el jockey, que no pudo estar en las riendas de Sovereignty cuando fue segundo en el Florida Derby (G1) por haberse accidentado unos días antes. Luchó, se recuperó y ahora puede vivir un momento único e irrepetible, como ganar su primer Kentucky Derby.

"Cuando salí del hospital Bill me dijo que hiciera todo lo necesario para estar bien, que íbamos a estar juntos aquí. Y aquí estamos", sumó Junior, siempre acompañado por Kelly, su esposa, y su familia, todos con la emoción a flor de piel.

El Derby 2025 fue un carrerón, emocionante, con el tinte siempre más complicado que da la pista pesada, y en el que no hubo excusas para nadie. 

Citizen Bull (Into Mischief) marcó el camino al cruzar por primera vez frente a las tribunas, seguido de cerca por Neoequous (Neolithic), American Promise (Justify) y Owen Almighty (Speightstown). El orden se mantuvo entre los cuatro punteros durante parciales de 22s81/100, 46s23/100 y 1m10s78/100, mientras Journalism corría en mitad del lote con Sovereignty siguiéndolo de cerca.

Ya en el codo final, Journalism fue el primero en mover en busca de los punteros, con Sovereignty avanzando pegado a su línea. Al pisar la recta, Owen Almighty amagó con tomar la delantera por un instante, pero fue Journalism quien pasó con fuerza por fuera, seguido por Sovereignty, que también ganaba terreno abierto.

Ambos protagonizaron un mano a mano durante poco más de cien metros, hasta que Sovereignty dominó con autoridad a la altura del poste de los 200 y se despegó con claridad.

El triunfo tuvo un premio de 3,1 millones de dólares y elevó las ganancias de Sovereignty a 3.672.800, con una campaña de 6 presentaciones, 3 victorias, un segundo y un tercero.

Nacido en Kentucky, Sovereignty es un hijo de Into Mischief y Crowned (Bernardini), y consiguió su tercer triunfo en pruebas de grado, tras debutar en ese plano el pasado otoño en Churchill Downs, cuando se impuso en el Street Sense Stakes (G3), también sobre pista fangosa.

A la hora de ofrecer su punto de vista sobre la carrera, Junior Alvarado contó: " “Largó bien. Pero probablemente en el tercer o cuarto salto después de la partida, el caballo que tenía al lado se me cruzó y tuve que levantar un poco. Sólo esperaba que no hubiera perdido una herradura, con cómo estaba la pista. En la primera curva traté de ahorrar terreno. Ya en la recta opuesta, iba viajando hermoso. Cuando llegamos al poste de los cinco octavos, me dijo que estaba listo. No quise apurarme demasiado. Al entrar a la recta final lo saqué afuera y mostró todo lo que tiene. Sabía de lo que era capaz".

Por su parte, Bill Mott, que había ganado el Derby con Country House (Lookin at Lucky) en 2019, dejó ver su emoción: “Tuve la suerte de vivir esto con mi familia. Fue una celebración enorme. Es una sensación maravillosa. Estoy muy orgulloso del caballo y de todos los que formaron parte de este proceso para llevarlo hasta acá. Se necesita una familia, una comunidad entera, para preparar un caballo de este nivel. Desde la cruza, criarlo de potrillo, domarlo a los dos años... Tuvimos la suerte de que llegara a nuestro stud. Es una sensación especial que esto haya pasado para todo el equipo. Que haya sido con mi jinete habitual, Junior Alvarado, lo hizo aún más especial. Tengo una larga relación con el equipo de Godolphin y con el hombre detrás de todo, Sheikh Mohammed. Es un honor".

En tanto, Umberto Rispoli, que quedó  las puertas de la gloria con Journalism, tuvo grandeza en la derrota: "Tuve un desarrollo perfecto. El que quería. Pude ahorrar terreno en la primera curva. Ya en la recta opuesta, tenía varios caballos delante que no parecían tener chance, así que sabía que todavía tenía caballo. Esperé el momento justo. Pasando la media milla empezó a correr y lo fui acomodando con ritmo. Quería llegar a la recta con un par de caballos adelante, y eso fue lo que pasó. Pero hoy Sovereignty fue el mejor.”

El Derby tuvo mucho de sudamericano y un ganador formidable como Sovereignty, con la chaquetilla de Godolphin y por el que todo el mundo del turf hará fuerza a partir de ahora en el camino de la Triple Corona. Le sobran condiciones para hilvanar cada eslabón.