Un golpe, el caos... y el milagro: Journalism ganó un Preakness que quedará en la historia

En una recta caótica, el potrillo de Don Alberto se abrió paso como un campeón y se quedó con la segunda escala de la Triple Corona de los Estados Unidos

Journalism (gorra roa) en pleno roce al llegar la recta / PIMLICO

Por Diego H. Mitagstein

En ese instante los corazones se detuvieron; la imagen tomó un tono dramático y el susto fue general. Parecía que más de uno iba a terminar por el piso ante el fragor de la lucha, imprudencias involuntarias y voluntarias. Sin embargo, fue en ese momento el que terminó marcando el final de la versión 150 del Preakness Stakes (G1-1900 m, arena normal, US$ 2.000.000 de bolsa), la segunda escala de la Triple Corona en los Estados Unidos y que le dio revancha a Journalism, tras quedarse con las ganas en el Kentucky Derby (G1), escoltando a Sovereignty (Into Mischief) hace dos semanas en el fango de Churchill Downs.

Esos golpes fuertes que se dieron a la salida de la última curva se repitieron una y mil veces en las computadoras, celulares y redes sociales de los fanáticos, y en el balance cuesta imaginarse que un potrillo tenga la capacidad de recuperarse de semejante tropiezo para resurgir de las cenizas y llevarse el trofeo con apenas unos metros para ensayar el milagro.

Pero así de superior era el hijo de Curlin, el zaino que llevó a la gloria al Haras Don Alberto y, de alguna forma, a la hípica sudamericana, con la divisa de los chilenos Liliana Solari y Carlos Heller festejando con el Woodlawn Vase en sus manos, uno de los trofeos más deseados del turf mundial (y más bellos, hay que decirlo), en su doble rol de propietario y criador.

Hubo mil y un comentarios tras el Preakness; sí Umberto Ríspoli, el jockey de Journalism, fue valiente, demasiado arriesgado o si se equivocó en elegir ir por dentro; sí fue el propio caballo el que salvó al italiano de quedar en la picota...

Muchos también recordaron la versión de 2005, tan dramática como la de este sábado, cuando Scrappy T (Fit to Fight) no mandó al hospital de milagro a Afleet Alex (Northern Afleet), que se recuperaría para terminar adelante.

En el análisis son varias las cuestiones que parecen quedar claras. Mientras Clever Again (American Pharoah) salía a correr adelante, Journalism y Rispoli quedaban sextos por dentro y junto a los palos, incómodos, estirados, sintiendo el trazado y la velocidad que tuvo la carrera.

En una cámara que enfocó desde arriba a los participantes, en el opuesto se vio un momento clave: el jockey amagó a ir abierto con el ganador, pero se dio cuenta de que podría ser demasiada ventaja girar la curva final por fuera de 4 rivales y fue por dentro.

Allí Journalism comenzó a ponerse mejor en su acción y prácticamente solo encaró por dentro, quedando detrás del líder y con Goal Oriented (Not This Time) a su derecha, sin espacio visible para pasar. Pero claro, a esa altura el favorito era un tanque imparable y para Ríspoli solo quedó agarrarse fuerte.

Flavien Prat no le dio lugar y, en el empellón para abrirse paso, Journalism casi pasa del otro lado de los palos a Clever Again, al que José Ortíz directamente levantó. De golpe se hizo la luz, el claro, el potrillo se rearmó y arrancó y se lanzó a la cacería de Gosger (Nyquist) que, aprovechando todo lo sucedido, había disparado echando adentro y tomando los palos.

El público comenzó a rugir y las diferencias se achicaban, hasta que todos entendieron que a Journalism, pese a todo, no iba a escapársele la victoria. "Oh My Goodness" soltó el relator, con la historia ya escrita y medio cuerpo en favor del favorito sobre el outsider.

Lo más preciado del día, con todo ya confirmado -hubo reclamo, pero duró segundos- fue conocer la palabra de Ríspoli, que comentó: “Todavía no puedo creer lo que hizo este caballo hoy. Me metí en problemas en la curva final y él solo se las arregló para seguir. Todo el mérito es de él. Es un privilegio montar un caballo así. Es increíble. Gané una de las patas de la Triple Corona y estoy llorando como un chico. Cuando crucé el disco, pasaron frente a mí los 20 años de mi carrera. Tuve que esperar mucho para poder montar a un campeón como este", contó, sin decir demasiado.

Luego, sumó: “En la recta opuesta no se desplazaba como lo hizo en el Derby, y en ese momento pensás dos cosas: o no tenés caballo o está demasiado relajado. Creo que fue la segunda, porque apenas le di un golpecito en el hombro, me dijo: ‘ok, ya sé lo que tengo que hacer.

“En el codo pensé que Clever Again al menos seguiría hasta los 200 finales. En la entrada a la recta se quedó y, obviamente, Gosger ya nos había sacado ventaja. Íbamos muy rápido… Se abrió un pequeño espacio y pensé: ‘es ahora o nunca’. Desde donde estaba, cuando levanté la vista, Luis [Sáez, sobre Gosger] me había sacado 4 cuerpos, y fue la primera vez que usé la fusta con él. Cambió de mano y ¡boom!, despegó".

La otra voz requerida fue la de Michael McCarthy, el preparador de Journalism y que mantuvo su invicto en el Preakness, que ya había ganado en 2021 con Rombauer (Twirling Candy). Después de un saludo con Rispoli en el que su cara lo dijo todo, contó: “Fue un gran día. Creo que cuando perdimos hace un par de semanas en el Kentucky Derby me sentí frustrado, pero no era el fin del mundo. Nos recuperamos y hoy todo salió bien.

“Cuando vi el roce en plena recta, pensé que había sido otro esfuerzo sólido, pero que lamentablemente iba a quedarse apenas corto. Sin dudas se llevó la peor parte. Mis respetos para Umberto y Journalism por su perseverancia. Creo que hoy se vio lo que se necesita para ser un campeón. Hoy fue su día. Él ya nos venía mostrando que estaba listo para una actuación así".

Journalism sacó adelante un triunfo inolvidable en el Preakness Stakes, volvió de las cenizas y de una derrota que para cualquiera hubiera sido casi segura mostrando pasta de campeón. 

En 3 semanas, muy probablemente, esté en las gateras de Saratoga para correr el Belmont Stakes (G1) y enfrentarse otra vez con Sovereignty, su verdugo bajo las torres gemelas de Louisville. Será un día para no perderse, una carrera que lo tendrá todo. Para disfrutar.