El hijo de Frankel se quedó con la tradicional prueba francesa, llegando a segundo triunfo de G1 en su campaña
SAINT-CLOUD, Francia (Especial para Turf Diario).- Por supuesto que la enorme victoria de Paddington (Siyouni) sobre Emily Upjohn (Sea the Stars) en el Coral-Eclipse Stakes (G1) de Sandown Park, en Inglaterra, se robó la mayoría de las miradas del planeta turf este sábado. Sin embargo, en esta ciudad, otro caballo bueno desparramó clase para ganarse su lugar en los titulares.
Westover, el héroe que tuvo en 2022 el Irish Derby (G1), volvió a los triunfos grandes al quedarse con el siempre importante Grand Prix de Saint-Cloud (G1-2400 m, césped de bueno a suave), estableciendo un nuevo récord para la carrera de 2m25s46/100.
Segundo del crack japonés Equinox (Kitasan Black) en el Dubai Sheema Classic (G1) de Meydan, en los Emiratos Arabes Unidos, y también escolta de la mencionada Emily Upjohn en el Coronation Cup (G1) de Epsom en sus dos salidas previas esta temporada, el hijo de Frankel y la gradual Mirabilis (Lear Fan), sacó a relucir toda su clase para alcanzar un resultado fuerte.
Con Rob Hornby en sus riendas, el reservado de Juddmonte Farms que prepara Ralph Beckett vino tercero mientras Tunnes (Guiliani) marcaba el paso perseguido por Malabu Drive (Frankel), compañero de equipo del vencedor y que compitió con la misión de darle algo de ritmo al desarrollo con apenas 5 competidores en la pista.
Superior, Westover pasó al frente en la parte final de la última curva, se pegó a los palos y se dispuso a controlar los intentos de sus adversarios. Pareció por un momento que el local Zagrey (Zarak) lograría el cometido de dar la sorpresa, pero Hornby exigió y el favorito respondió guapeando y retomando diferencias hasta cruzar la meta con 2 cuerpos de ventaja sobre ese rival, con Junko (Intello) en tercero a 3 más.
"Inevitablemente había presión, porque hacía más de un año que no ganaba y, más tiempo pasa, más duro se pone. Ahora consideraremos el King George en Ascot, pero siempre viendo cómo estamos cuando se acerque la carrera", contó un satisfecho Beckett.
Por su parte, Hornby agregó: "Ganar un G1 con estos colores es un sueño. El desarrollo fue rápido gracias al trabajo de mi compañero y llegó al disco corriendo fuerte. Hacía un año que no vencía en una carrera así, siempre tan importante para la carrera de un jockey.
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