La conquista que alcanzó este jueves en el Meld Stakes (G3) de Leopardstown el potrillo Diego Velázquez le permitió al mejor entrenador del mundo conseguir una nueva marca impactante
Los números son impresionantes; los récords van cayendo, casi semana a semana, pero Aidan O'Brien no parece conformarse con nada de lo conseguido hasta el momento, le resta un poco de importancia y continúa enfocado siempre en el lo que vendrá, en seguir forjando campeones para Coolmore.
Hace unos pocos días, durante el mitín de Royal Ascot, el entrenador logró su victoria número 400 a nivel de pruebas de G1, una marca formidable y que, sólo a modo de comparación, Carlos D. Etchechoury en Argentina ronda los 100. No es que lo de Dany sea flojo, todo lo contrario, lo de su colega irlandés es, directamente, de otro planeta. Muchos podrán argumentar que con semejante caballada, el mérito pasa a ser relativo, aunque sería una tontería pues, para llegar a esos niveles, hay que ser diferente.
Pues bien, en esa carrera en la que no deja de modificar los libros, O'Brien lo hizo de nuevo, pues con el potrillo Diego Velázquez cruzando adelante en el Meld Stakes (G3) que se corrió este jueves en Leopardstown, Irlanda, alcanzó su disco número 1000 en materia de competencias de grado/grupo. Sencillamente, único.
Con apenas 54 años, el cuidador empezó trabajando en el stud de P.J. Finn en The Curragh, y luego acompañó a Jim Bolger en Coolcullen. En el National Stakes de 1996, Desert King (Danehill) le dio el primer G1 de su vida, y el mismo potrillo le obsequió el primer de sus Classics, imponiéndose al año siguiente en las 2000 Guineas (G1).
Desde 1996 es el preparador privado de Ballydoyle y casi no hay carrera importante en el mundo que se le haya escapado. En el repaso, son 10 sus conquistas en el Epsom Derby (G1), la última de ellas esta temporada con City of Troy (Justify), otras tantas victorias en las 2000 Guineas inglesas. En 16 ocasiones alzó la copa del Irish Derby (G1), 7 las del Irish Oaks (G1), 7 en las 1000 Guineas (G1) inglesas, 11 en el Futurity Trophy (G1), 10 en las Irish 1000 Guineas (G1), 12 en las Irish 2000 Guineas (G1), 12 en el Irish Champion Stakes (G1), 12 en el National Stakes (G1), 10 en la Tattersalls Gold Cup (G1), 8 en el Prix Lean-Luc Lagardere (G1), 2 en el Prix de l'Arc de Triomphe (G1), 9 en la Ascot Gold Cup (G1), 10 en el Epsom Oaks (G1), 9 en el St James's Palace Stakes (G1), 7 en el Breeders' Cup Turf (G1), 6 en el Breeders' Cup Juvenile Turf (G1), y así podríamos seguir enumerando grandes carreras y muchas victorias.
Su capacidad también lo llevó a brillar en otras hípicas como la australiana, los Emiratos Arabes Unidos, Italia, Hong Kong, Arabia Saudit, Qatar, o Canadá, quedándole muy pocas asignaturas pendientes. Siendo finos, el Kentucky Derby (G1) y el Breeders' Cup Classic (G1), podrían contarse entre sus deudas, en un término injusto para con su figura, pero recordando que son carreras en arena.
A la hora de recordar a sus mejores caballos, Giant's Causeway (Storm Cat), Galileo (Sadler's Wells), Camelot (Sadler's Wells), Rock of Gibraltar (Danehill), Minding (Galileo), Found (Galileo), Magical (Galileo) y Yeats (Sadler's Wells), aparecen rápido en la memoria.
Aidan O'Brien no para de quebrar marcas, gana carreras como si fuera fácil y considerarlo el mejor entrenador de todos los tiempos ya no es una opción, sino una realidad incontrastable. Por números, calidad de carreras, o por la vara que se quiera tomar en cuenta para medirlo... Infernal.
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