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El Kodigo abrazó la gloria del Ramírez, agigantó su leyenda y ¿ahora al mundo?

En una actuación memorable, el crack de Juan Antonio mostró toda su calidad y ahora su equipo se ilusiona con objetivos fuera de nuestras fronteras, con la Saudi Cup como opción


Por Diego H. Mitagstein (Enviado especial de Turf Diario a Montevideo, Uruguay)


MONTEVIDEO, Uruguay (De un enviado especial).- El festejo desaforado de Gustavo Calvente; las lágrimas de Juan Saldivia; la emoción de Roberto Vignatti, todas esas imágenes decoraron la maravillosa victoria que El Kodigo consiguió este lunes en el Gran Premio José Pedro Ramírez (G1-2400 m, arena), la carrera más importante de cada temporada aquí y la primera gran fiesta hípica del continente en 2025.

Muchos sentimientos se mezclaron para producir esas fotos inolvidables, gentileza de un caballo excepcional, bueno de verdad, que se ríe de su bajísimo 115 de ratings (teléfono para los handicappers...) y que, de la mano de su corazón, saca adelante cualquier empresa.

El equipo venía de un duro golpe un par de horas antes con la lesión de Santiago Canalla (Cosmic Trigger), la otra carta con la que cruzaron el charco, y que no llegó al disco en el Gran Premio Pedro Piñeyrúa (G3).  "Quiero que todo esto pase rápido, no importa el resultado, porque tengo una amargura...", decía Vignatti poco antes de que el crack saliera a la redonda en busca de una nueva hazaña. La misma mueca de tristeza que después rotó por completo para transformarse en un rostro desencajado por la emoción, agitando con una de sus manos la bandera argentina.

El Kodigo lo puede todo, o casi todo, y si es en la arena no hay ninguno mejor que él. A 3 semanas de haber perdido en la raya con Intense for Me (Fortify) en el Gran Premio Carlos Pellegrini (G1) de San Isidro, con un viaje de por medio, su clase única pudo más, nada fue un escollo y construyó un éxito de esos que separan a los buenos de los cracks, que hacen grande a un caballo, que no dejan dudas.

Pura calidad, ante varios potrillos que recibían kilos por la escala de peso por edad y de visitante, el hijo de Equal Stripes fue un poema, un canto a la hípica, una máquina perfecta de correr, como tantas veces...

La forma en que sobrellevó todo fue impactante, haciendo todo bien, respondiendo de la mejor forma posible a una conducción perfecta por parte de Gustavo Calvente, hoy, uno de los 3 mejores jockeys de Sudamérica, junto con Francisco Leandro y Héctor Lazo.

Lo de El Kodigo fue ideal, pero lo de Calvente, también. Sereno, pensante, conocedor a pleno de todo lo que puede darle el mejor caballo que le tocó montar (esto, dicho por el mismo hace unas semanas en Objetivo Breeders' Cup), no se apartó un centímetro del libreto y ejecutó la partitura fantástico.

El Ramírez era una carrera que prometía velocidad. Con Cuan Chef (Daddy Long Legs), el aplastante Derby Winner argentino, y con Supimpa TH (T.H. Approval), el pacemaker que el Haras Phillipson anotó para ayudar al triplecoronado Suablenanav TH (T.H. Approval) y al veterano Pluto (Discreetly Mine).

Sin embargo, como tantas veces, sucede, no aceleraron adelante y el grupo se hizo pequeño, salvo por Suablenanav TH, al que le costaba muchísimo seguir la carrera y que en la redonda previa se había pegado un porrazo bárbaro al volearse.

El desarrollo siempre fue de trámite moderado, y en el opuesto el brasileño No Bien Ni Mal (Hofburg) se sumó a los punteros. A esa altura, El Kodigo galopaba un par de cuerpos más atrás con su típico andar, ese que hace parecer que nada le cuesta, que viene flotando.

Llegó el derecho, Supimpa TH dio por cumplida su misión, Cuan Chef se apagó de a poquito y, ajustado entre No Bien Ni Mal y Universal Horse (Universal Law), El Kodigo puso sexta, arranco con fuerza y se fue derechito a la gloria, esa que la encontró con 2 1/2 cuerpos sobre sus rivales.

Universal Law fue brillante y sorpresivo segundo, conteniendo por el hocico la carga larga y tardía de Suablenanav TH, que, con todo lo que le pasó también corrió un carrerón, seguramente, despidiéndose de Maroñas para encarar ahora una campaña internacional, más que seguro, en los Estados Unidos.

En 2m30s78/100, en una cancha que no estuvo fácil, El Kodigo bordó con letras de gloria un nuevo triunfo de G1, el quinto de su campaña y primero en el exterior. ¿Qué más se le puede pedir? Con un caballo de su nivel, parece que no hay objetivo que luzca imposible. Vignatti mencionó la idea de correr la Saudi Cup (G1), el mes próximo, para el que ya tiene un lugar asegurado, según pudo confirmar Turf Diario. Rey en Argentina; Emperador en Uruguay, ¿le habrá llegado a El Kodigo medirse con los mejores areneros del mundo?

Dependerá de cómo regrese a la Argentina y de la factibilidad por los tiempos de encarar semejante desafío. Pero con El Kodigo valen todas las ilusiones, por su talento que todavía no conoce de techo, por el equipo estupendo que lo rodea, lo mima y lo tiene en la cima y porque se lo ganó a base de actuaciones formidables. Como la que tuvo en el Ramírez.




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