El hijo de Distinctiv Passion superó de punta a punta y por 3 cuerpos a Vladimir; fue el octavo triunfo de la divisa en la carrera

Alfredo Camogli y su Haras El Alfalfar tuvieron una tarde soñada este domingo, ganando con sus productos los clásicos Guillermo Kemmis (G3-1000 m) y Carlos Casares (G3-1000 m), pasos iniciales dentro del proceso selectivo en la arena del Hipódromo Argentino de Palermo.
Por segunda vez alcanza un doblete tan potente la divisa turquesa y negra, como ocurrió en 2014, cuando las fotos llegaron gentileza del potrillo Americano Key (Key Deputy) y la potranca East Key (Key Deputy).
El Alfalfar es una cabaña especializada en la velocidad, para eso trabaja en la crianza de sus productos, con ese objetivo selecciona su genética y también elige sus padrillos, con Easing Along (Storm Cat), Key Deputy (Deputy Minister) y ahora Distinctiv Passion (With Distinction) aportando su generosidad al cabo de las últimas 3 décadas.
Como en 2005, 2007, 2008, 2010, 2013, el mencionado 2014 y 2019, El Alfalfar ganó el Kemmis, ahora por intermedio de Fantasioso Pass, que venía de llegar tercero en el Congreve (L) sobre el césped de San Isidro y ahora, de regreso a la cancha de su estreno perfecto, mostró un salto de calidad.
Bajo la preparación de Marcelo Sueldo -fue presentado por Juan Pablo E. Díaz-, y con Gonzalo Borda en sus riendas, Fantasioso Pass se impuso de punta a punta, largando ligero, apareándose al promediar el recorrido con Vladimir (Il Mercaro) y Exclamación Pass (Distinctiv Passion), también de El Alfalfar, y de los 300 metros al disco volvió a separarse, rematando con solvencia.
En definitiva, el disco marcó 3 cuerpos de diferencia entre el ganador y Vladimir, con Exclamación Pass cruzando tercero al pescuezo, todo tras 55s10/100. Gran Porteñito (Dabster) fue cuarto y lejos cerraron la marcha Alado Frank (Gidu) y Forgging (Forge), que habían dejado gratísima impresión en sus respectivos estrenos.
En Fantasy Zone (Easing Along), Fantasioso Pass dejó en claro que sobre la arena de Palermo se siente a sus anchas y ahora habrá que ver si a su precocidad y velocidad le puede dar un empujón extra para llegar a los 1200 metros del Clásico Santiago Luro (G2). Por la forma en que remató, da la sensación de que puede lograrlo.
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