Forgging hizo sentir su ritmo y alcanzó una promisoria victoria en el Tresiete
- Turf Diario

- hace 2 días
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El hijo de Forge ganó en un tiempazo de 1m58s44/100 el clásico del miércoles en San Isidro, y promete mucho para 2026

Corriendo de punta, aprovechando al máximo los 54 1/2 kilos que cargó, y sacando a relucir la calidad que lo llevó a ser uno de los mejores potrillos de la temporada sobre el césped, Forgging respondió al voto de Turf Diario y dio la nota en el miércoles del Hipódromo de San Isidro, quedándose con el Clásico Tresiete (L) en gran estilo.
En su segundo intento sobre 2000 metros, tras su flojo paso por el Gran Premio Jockey Club (G1), el hijo del generoso Forge manejó los ritmos a la perfección y se hizo inalcanzable en el derecho, perfilándose como uno de los nombres a tener en cuenta como parte de la renovación entre los fondistas que actúan sobre terreno vegetal, categoría competitiva y pareja, pero sin representantes de valía diferente.
El potrillo del Stud Kemar, que fue uno de los 2 años que más temprano debutó dentro de su generación, se viene afirmando con ciertas irregularidades. Cuando rinde en el tope de su potencial, deja fotos como la del Clásico Tresiete; pero, si se le complica mostrarse al frente, la situación no resulta ser tan clara.
Sin ir más lejos, en su labor previa, cuando quedó cuarto en la milla del Clásico Embrujo (L), no se lo vio cómodo contenido, pese a lo cual, tampoco se entregó, luchando hasta el final y llegando a solo 2 cuerpos de Viejo Varieté (Qué Vida Buena).
Esta vez, Forgging ejecutó la orden de correr adelante a la perfección, empleando parciales que fueron en aumento de 25s4/100, 48s77/100, 1m11s40/100 y 1m34s49/100, siempre marcado de cerca por Dragonet (Treasure Beach, 52). De los 400 metros en adelante su paso no cedió, llegando al disco con 2 cuerpos de diferencia sobre el liviano Joako (Heliostatic, 51), en una marca excelente de 1m58s44/100.
Criado por el Haras La Providencia, fue el cuarto éxito en la campaña de Forgging, y el segundo dentro del plano de los clásicos, pues en septiembre había dado la nota al quedarse con el Ensayo (G3).
Corre el zaino, y si se agranda adelante, es doblemente peligroso. El futuro le sonríe y la madurez terminará de moldearlo. Decir que lo mejor de su parte está por llegar, no parece ser algo irreal...





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