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Never So Brave tocó el cielo en York y regaló a Balding su primer G1 del año

  • Foto del escritor: Turf Diario
    Turf Diario
  • 25 ago
  • 3 Min. de lectura

El City of York Stakes alcanzó por fin categoría de Grupo 1 y el pupilo del entrenador brilló con un triunfo sólido, mientras Rosallion decepcionó y Qirat no pudo repetir el golpe del Sussex Stakes


Por el centro, Never So Brave se lució en el cierre del Ebor Festival / YORK
Por el centro, Never So Brave se lució en el cierre del Ebor Festival / YORK

YORKSHIRE, Inglaterra (Especial para Turf Diario).- Había algo de justicia poética en el resultado. Tras más de una década de gestiones, inversiones y paciencia, el City of York Stakes logró este año lo que parecía imposible: convertirse en el primer G1 británico sobre 1400 metros para todo caballo. El proyecto, impulsado con fuerza por el propio hipódromo de York, necesitaba del respaldo de los entrenadores para atraer nivel y prestigio, y pocos apoyaron tanto la causa como Andrew Balding. No por casualidad, fue el que terminó levantando los brazos en la primera edición en el máximo nivel, gracias a la consagración de Never So Brave (No Nay Never).

El zaino de 4 años había llegado a Kingsclere desde la caballeriza de Sir Michael Stoute como un simple caballo útil, casi un “handicapper de lujo”. Sin embargo, su progresión fue meteórica: primero se impuso en el Buckingham Palace Stakes de Royal Ascot, luego celebró su estreno jerárquico con un sólido triunfo en el Summer Mile Stakes (G2), y ahora alcanzó la cima en York, derrotando por 1/2 cuerpo y cabeza a Lake Forest (No Nay Never) y Maranoa Charlie (Wootton Bassett).

De la mano de Oisin Murphy, Never So Brave esperó agazapado en la mitad del lote, avanzó con fuerza en la recta y dominó poco más de 200 metros antes del disco, para imponerse con medio cuerpo de ventaja. El resultado, además, le dio a Balding su quinto triunfo en la carrera y, sobre todo, el primer G1 de una temporada fantástica: 142 victorias y más de 5 millones de libras en premios.

“Estamos felices, necesitábamos esto”, confesó Anna Lisa Balding, esposa del entrenador. “Habíamos tenido un gran año, pero faltaba un G1 y lograrlo aquí es especial”.

El futuro luce tan prometedor como desafiante. Paddy Power lo movió de 25-1 a 10-1 para el Queen Elizabeth II Stakes (G1) en Ascot, y todo indica que el regreso a la milla será el siguiente paso. “Es un caballo muy versátil”, explicó Balding. “Ganó en siete furlongs, ganó en la milla y volvió a siete para hacerlo de nuevo. Oisin piensa que la milla es su mejor distancia. Lo importante es que cada vez da un paso adelante”.

Entre los derrotados, Rosallion (Blue Point) -que había sido redirigido aquí tras sufrir una molestia en un vaso que lo dejó afuera del Prix Jacques le Marois (G1)- sólo pudo ser cuarto. Su entrenador Richard Hannon reconoció la decepción, pero evitó excusas: “No vino ni aceleró como siempre, pero no hay nada físico. Habrá que repensar su campaña; hay opciones para él en todo el mundo”.

Por su parte, Qirat (Showcasing), que venía de dar la sorpresa en el Sussex Stakes (G1) cuando se escapó adelante como pacemaker y nadie lo pudo atrapar, no pudo confirmar aquel golpe y terminó lejos de la pelea grande.

El City of York Stakes vivió una jornada histórica y el nombre de Never So Brave quedará grabado como el primer ganador de su nueva era. Un caballo que llegó como un proyecto y, en apenas unos meses, se transformó en una realidad clásica.



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