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Qirat dio el gran golpe y ganó el Sussex Stakes a 150 x 1 en Goodwood

  • Foto del escritor: Turf Diario
    Turf Diario
  • hace 3 días
  • 3 Min. de lectura

El caballo que iba a ser pacemaker del favorito Field of Gold terminó llevándose una de las victorias más sorpresivas de los últimos tiempos


Qirat se defendió de Rosallion en la parte final del Sussex, sorprendiendo a todos / GOODWOOD
Qirat se defendió de Rosallion en la parte final del Sussex, sorprendiendo a todos / GOODWOOD

CHICHESTER, Inglaterra (Especial para Turf Diario).- En una de las sorpresas más resonantes de los últimos años en el turf europeo, Qirat, considerado la segunda carta de Juddmonte, se impuso este miércoles en el Visit Qatar Sussex Stakes (G1-1600 m, césped) de Goodwood a un dividendo de 150/1, dejando sin reacción al gran favorito Field Of Gold (Kingman), también de la casa saudí, que terminó cuarto sin inquietar a los punteros, aunque luego se sabría que quedó dolorido en una de sus manos.

El pupilo de Ralph Beckett, conducido con maestría por Richard Kingscote, marcó parciales cómodos junto al pacemaker Serengeti (Wootton Bassett), y cuando pisó la recta final, despegó sin que los favoritos pudieran descontar. Rosallion (Blue Point) fue el que más cerca llegó, a sólo medio cuerpo, mientras que el prometedor Henri Matisse (Wootton Bassett), de Aidan O’Brien, completó la trifecta a más de dos cuerpos. Pero el centro de la escena quedó en manos del hijo de Showcasing, que consiguió así su primera victoria de G1 y la tercera sobre esta pista, donde ya había vencido en dos pruebas valiosas en 2024.

“Es simple: el plan era correr en parciales de 12 segundos por furlong y eso hicimos”, explicó Beckett. “Los demás lo dejaron hacer, y cuando lo vi pasar a Serengeti me di cuenta de que no lo alcanzaban más. Lucía impresionante en el paddock; creo que nunca lo vi tan bien”.

Beckett reveló que insistió para inscribir al alazán en la carrera: “Le dije a Barry Mahon (mánager de Juddmonte) que quería anotarlo porque estaba trabajando muy bien. Me respondió que no tenía mucho sentido… Por suerte insistí. Este caballo ama Goodwood, es un especialista. Lo del Royal Hunt Cup fue un error mío, le puse careta. Siempre pensé que se estaba guardando algo”.

También destacó la influencia de la madre del potrillo, la campeona Emulous (Dansili): “Es una máquina de generar campeones. Nos dio a Bluestocking (Camelot), que ganó el Arco el año pasado, y ahora esto. Es como un cajero automático”.

Kingscote, que en breve se mudará a Hong Kong, celebró otra victoria grande tras quedarse con el Commonwealth Cup (G1) en Royal Ascot: “Es un poco irreal, no lo esperaba. Sabía que corría bien acá, pero ganar… Pensé que Rosallion me alcanzaba, pero el mío siguió respondiendo. Me encanta correr al frente y manejar los parciales; esta vez funcionó perfecto”.

En Juddmonte también hubo satisfacción pese al traspié de su figura. Barry Mahon contó: “En el paddock Ralph me dijo: ‘Este caballo va a correr muy bien’. Yo era escéptico, pero terminó teniendo razón. Es un caballo hermoso, con un pedigree fenomenal. Bluestocking y Qirat son csi hermanos, y la madre ganó un G1. Lo suyo es de elite”.

Richard Hannon comentó sobre Rosallion: “No hay frustración, solo orgullo. ¿Qué más tiene que hacer para ganar? Sean (Levey) hizo lo correcto. Es un gran caballo y tendrá más oportunidades. Hoy venció al mejor 3 años de Europa y al ganador de la Polla francesa. Su historia no termina acá”.

Por su parte, Aidan O'Brien expresó sobre Henri Matisse: “Estamos muy contentos. Todavía lo estamos conociendo. Es joven y le costó bajar la subida. Ryan (Moore) cree que puede ir más allá de la milla. Veremos, pero tiene futuro”.

John Gosden aportó sobre Field Of Gold: “No le salió nada. Lo dejaron atrás, el puntero marcó parciales suaves y lo pagamos caro. El caballo nunca se acomodó al trazado de Goodwood. No hay excusas, simplemente no fue su día”.

Qirat, con su perfil bajo, transformó el Sussex Stakes en una página inolvidable para Beckett, Kingscote y Juddmonte, demostrando una vez más que en las carreras de caballos no hay favoritos invencibles ni sueños imposibles.



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